¿Qué es lo que no entiendes?

9 2 0
                                    


Cuanta seas mi prodigiosa, cuando el corazón todavía más se acongoja.

 Simple y unánime, ¿es que no has decidido esperarme? 

Sólo entre estas letras oscuras he podido comunicarme. 

Desde aquella primavera amatista que tanto predecías, y desde hace un tiempo yo te había predestinado a ser mía.

 ¡Bienaventurada sea tu néctar, que entre más te fundes más te deseo! Yo por supuesto, no había necesitado tu anhelo.

 Más si bien me encontraba yo ciega, el tizne color lila de tus raíces enternecidas no me había tomado por sorpresa. Pues cómo no, tantas caricias compartidas y a penas me sentía yo desfallecer, que al contarte yo primero, fueras tú a desaparecer. 

No sobrabas nada, yo te seguía amando, ¡pero mal corazón rocío, el carbón se fue cruzando! 

Pasaban los días, y más te ibas enterneciendo bajo su sauce cuna, y yo desmoronada, más sola me quedé hasta el salir de la luna.

 Entre morada y morada fui desplazada, pero de mi mente tú, querida amatista, aún seguías atascada.

¡Qué desesperada estupidez, ve tú a saberlo! 

Ya te había perdido, me encontraba yo segura de ello. 

Cuando la más dulce de tus raíces, que con conmoción me admiraba, entre tanto descontento, el desastre se asomaba.

¿Cómo no desfallecí ante tus cantos? 

Había sido demasiado tarde para el ángel que, desde sus tumbas había comenzado a bailar en cada una de las puntas de sus pies.

 Ahora estás ahí, probablemente leyendo esto, y yo ahí, a unos metros de ti, más avergonzada por tan bochornoso suceso.  

Ahora dime, preciosa amatista, digna de cada uno de los días en los que me siento despertar. Por quien veo, por quien siento, a quien le pertenece esta alma adolorida. 

¿Qué es lo que no entiendes?

¡Je t'aime! ¡Je t'aime! 

¡Te lo digo dos veces, por si no lo entiendes una sola!

¡Te lo digo en francés, porque copiado del traductor probablemente sea la mejor opción para mí!

¡Je t'aime, amatista mía!

Je t'aime por cada centímetro por el que te has abierto campo por entre mi piel sin si quiera enterarte. 

Je t'aime por cada abrazo, Je t'aime por cada eternidad, Je t'aime porque sí, y porque no. 

Je t'aime, porque nunca nadie será capaz de encontrar un alma tan semejante a la suya, como la mía te ha pertenecido solamente a ti.

Je t'aime porque, aunque el sol parta, la luna siempre estará allí para esperarlo.

Je t'aime hoy, Je t'aime ayer, y Je t'aime siempre.

Y te puedo prometer una sola cosa, mi deliberada amatista de cabellos oscuros, en los que, divierto paseándome hasta perderme en la más profunda de sus infinidades divinas. Cielo nocturno, e imperfección perfecta. 

Alma esculpida, Je t'aime, mi Samay.

Quiero prometerme esperarte.

Esperaré por ti.

Lo haré hasta que el universo esté tan cansado de mí, que necesite enviarme cien razones para ceder ante cada obstáculo que me separe de ti. Por entre cada rama, por entre cada bosque, frontera, universo, mar, tierra, o hasta el más remoto terrón de azúcar.

Tendrán que ser entonces ciento un razones para rendirme, y solamente cien razones para quedarme a tu lado. 

Servirte es el mayor de mis placeres, y con cada gota que colmó el vaso, estuviste tú primero.

Por ti,

y sólo por ti

Je t'aime.



Ahora y siempreWhere stories live. Discover now