ANSIEDAD

6 0 0
                                    

Tengo que salir de casa, y antes de hacerlo ya empiezo a maquinarme. Ya salgo preocupada, creo estar bien, pero mi mente lo contradice. Voy pensando en que no voy a estarlo, en que ese sentimiento de "bienestar" es sólo ilusorio.

Entro a un lugar y las luces me marean. Entonces, aunque intento estar bien, la vista comienza a nublarse. Casi desesperadamente comienzo a mover el pie. Las piernas me tiemblan. Las manos me sudan, y no puedo mantenerlas abiertas. Mis ojos se mueven de una dirección a otra, hasta el punto de marearme.

Por mi cabeza, como una lluvia de ideas, aparecen esos pensamientos que logran alterarme. "Todo esto no es real", "estas en un sueño",  "te vas a caer", " todos te van a quedar mirando", "¿quién sos?", "te estás volviendo loca". Y ahí todo empeora... quiero salir, quiero huir. Pero las piernas me tiemblan y siento que no tengo equilibro. Me mareo por dentro... me mareo de pensamientos, que aunque sé que son ilusorios, no dejan de torturame.

Y en esa batalla intento pensar: "Todo está bien, ya pase por esto antes y no me pasó nada más que que esto", "solo tenés que calmarte", "nunca nadie se murió por esto", "es sólo un momento, y ya pasa", "respira hondo, vas a estar bien", "Todo esto es real", "no estás en un sueño, está es tu vida",  "no te vas a volver loca". Son alentadores, pero los otros pensamientos retumban mas fuerte.

Y entonces la luz me encandila , y siento que todo al rededor mío se mueve. Necesito salir, correr hacia la puerta. Tengo miedo de perder el control. Me cuesta respirar, y las piernas siguen temblándome.

Y así salgo, creyendo que afuera estaría mejor. Son unos minutos dicen, pero para mí son más y parecen una eternidad. 

Siento bronca de no poder estar bien, de sentirme así. Siento bronca y lloro. Me angustia no poder estar tranquila. Me angustia pensar por momentos, que no hay esperanza. Siento que sólo a mi me pasa, que nadie puede entenderme. Pero sé que hay otros como yo, que sienten y pasan por lo mismo. 

La respiración ha vuelto a la normalidad, intento calmarme, tomo agua. Camino, me estiro. Le pido a Dios que me ayude, que calme mis pensamientos y mi mente.

Estoy rodeada de personas que me dicen que todo va a estar bien, que todo va a pasar. Que son etapas que me tocaron vivir y que debo superar. Que ellos van a estar para lo que necesite y que aunque no puedan entenderme van a estar ahí para apoyarme. Y eso es lo que me da esperanza.

Yo sé que va a pasar, pero en algún momento va a terminar. La ANSIEDAD no es para siempre.

VidaTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon