Ojos Carmesí

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(Narra Todoroki)

A mi corta edad de diez años solo conocía el desprecio y la amargura, mi familia habia quedado bajo escombros debio a un incendio que destruyo mi hogar, solo yo logre sobrevivir pero mi rostro quedo marcado por una horrenda cicatriz de quemadura. Termine al cuidado de una familia que era amiga de mis padres, tenian un hijo que solo le gustaba hacerme enojar.

Pero todo cambio cuando lo vi a él en una fiesta infantil a la cual fui llevado a la fuerza, no me gustaba socializar con los demas niños ya que estos siempre se me quedan viendo por mi cicatriz. Con una encantadora sonrisa me extendió su mano, sus ojos carmesíes miraron fijo a los míos, podía verme reflejado en ellos. Me perdí un momento contemplándolo. Era poseedor de una gran belleza.

-Hola soy Kirishima ¿Quieres que juguemos juntos? –me pregunto el sonriéndome. Asentí.

Era muy tímido, pero cuando sentí el rose de sus manos perdí ese miedo. Lamentablemente en ese momento apareció Bakugou, ridiculizándome en frente de el al tirar por accidente su bebida encima de mis pantalones, muchos se empezaron a reir de mi, incluso Kirishima lo hizo levemente se intentaba contener sin éxito. En cuestion de unas cuantas palabras se gano de inmediato su amistad. Se lo llevo de mi lado, dejándome un gran vacío de nuevo. el verlos jugar no muy lejos de donde yo estaba solo aumentaba mi enojo.

El tiempo transcurrió rápidamente y aun con eso no eh logrado quitármelo de la cabeza. En todas las fiestas a las que iba siempre me lo encontraba, cada vez que lo veo... se volvía más hermoso y perfecto. Su cabello medio largo de color negro, deseaba tener un mechón de su cabello para poder inhalar su aroma cuando lo quisiera. Pero sus ojos eran mi perdición.

Tenia varios pretendientes, era un doncel muy bello pero él cumpliría su mayoría de edad pronto, y yo estaba dispuesto a desposarlo. Aunque no me conozca, se convertirá en mi pareja... en mi compañero de por vida.

En mi bolsillo guarde la sortija que le entregaría cuando la reunion termine. Con cautela me le acerque e inclinándome a sus pies le pedí que se convirtiera en mi pareja, pero él... solo rio.

Fui despreciado, en frente de todos. El anillo que había puesto en frente suyo lo deje caer al suelo, al ver su reacción. Me enseño que ya tenia puesto en su dedo anular una sortija de compromiso con un rubí incrustado en el centro.

-Míralo bien, ya estoy comprometido, acaba con esto... – La forma en que lo dijo, tan burlonamente.

-Patético, que no ves que él en unos meses se convertirá de mi propiedad, asi que no te le vuelvas a acercar maldito mitad-mitad... – esta vez hablo Bakugou para sujetarle del menton a Kirishima y besarlo sin restricciones enfrente de mi. Como si no existiera.

¿Acaso solo puedo aspirar a su desprecio? Destruyo mi corazon, y los pedazos de cristal del mismo se incrustaron en mi pecho tan profundamente que sentia que podria morir.

Me marche en silencio, ocultando este sentimiento. Aunque eso me haga podrirme por dentro, los rosales que estaban fuera de esta casa, enrede mis manos en ellos tirando hacia arriba, como si quisiera arrancar este arbusto de rosas con mis manos. Sentía como a mi carne se iban incrustando esas afiladas espinas. Las rosas que antes poseían un color blanco, fueron impregnadas lentamente con mi sangre. Cuando deje salir este enojo, libere mis manos, y al verlas temblaba ¿Por que? el solo echo de auto infringirme estas heridas fue de cierta manera fue reconfortante para mi, fue como si parte de ese enojo se fue con la sangre que fui perdiendo. Arranque varias de las rosas rojas para crear un ramo con ellas y me fui, Las observe por dos horas, sin dejar de pensar en lo que había ocurrido. Sus risas, esas miradas de burla hacia mi persona. Los odiaba, pero como yo pude olvidar este enojo se que Kirishima, si lo ayudo podrá olvidar a esa persona que no le conviene se volvera completamente mío.

Solo yo podia... amarte  TodoKiriWhere stories live. Discover now