blancanieves- soobin kai

02

-¿Blancanieves?

Sus oídos zumbaron, y en contraste a su intenso sonrojo, su ceño se frunció con molestia. Lastimosamente, contaba con los dedos de una mano, las situaciones penosas en donde se había realmente molestado por algo y éstas nunca habían terminado bien. Era obvio que, tartamudear y sudar como puerco, no era el resultado que uno habría esperado.

-La princesa -masculló con obviedad-. Tu rostro es pequeño como el de ella.

Intentó evitarlo, pero los pensamientos en su cabeza se hicieron un manojo de adjetivos indebidas y había una voz que le gritaba que estaba, más que claro, que al pelinegro no le llegaba la sangre al cerebro.

O tal vez faltaba oxígeno allí arriba.

-No me parezco a una princesa -susurró con disgusto.

Se encontró pensando que, tal vez, actuar como su instinto descarado le proponía no sería tan malo siendo que nadie le conocía realmente. Así que se dio por vencido, soltó el aliento que ignoró estaba conteniendo y puso sus ojos en blanco antes de pensarlo mejor.

-No molestes, rascacielos -dijo ahora, con el tono de voz un poco más firme; sorprendiendo al contrario.

Pero el pelinegro no se dio por vencido. Una de sus comisuras se alzó, volviendo sus belfos más finos de lo que ya lo eran y entonces rió a carcajadas antes de decir: -Esa es buena... Blancanieves.-y posteriormente jalar del brazo del menor para conducirlo finalmente dentro del instituto.

La boca de HueningKai se abrió en desconcierto, intentando descubrir el chiste en todo el asunto, totalmente en vano. El tipo parecía estar desesperado, según creía.

-Mi nombre es HueningKai -le corrigió pronto-, ¿cuál es tu problema?

Encogiéndose de hombros, el más alto le sonrió, mirándole tan directo y profundo a los ojos que logró intimidarle por una milésima de segundo. -Soy Soobin -le comentó y antes de separarse por diferentes caminos a sus clases, dictó -. Y creeme, seremos buenos amigos.

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