Hola, me llamo Anabel y tengo una pandilla, nos llamamos AFABAE y se ha perdido una de las joyas más caras del mundo, la propietaria de la joya es mi prima y nos llamó para que investigásemos.
- ¡Ya lo tengo! - Dijo Felisa - Anabel se viste de Antonia María, ya que son iguales y si le pasa algo, le metemos un chip en la ropa, así sabremos donde estás, así tu prima no correrá peligro.
- Es una opción... - Dijo Amara.
- ¡Como a ti no te van a capturar! - Dije indignada.
- Ponedme a mi el chip - Dijo mi prima - Además, no tengo el collar.
- ¡Ya se! - Dijo Alex - ¡Dos Antonias Marías!
- ¡Ostras es verdad! - La felicitamos.
Media hora después salimos del baño, estaba exáctamente igual que mi prima y gracias a su bolso de Doraemon nos pusimos la misma ropa y nos maquillados igual y además gracias a mi pasión por el teatro y el cine fue muy fácil hacerme pasar por mi prima.
Cada una se fue por una parte de la estatua de la libertad, eso sí, iban dos personas detrás de cada una, detrás mía Felisa y Emilio y detrás de mi prima Alex y Amara.
Veo a uno de los hombres, me ven y me meto en el baño, me sigue y entra en el baño de las chicas, mientras rebusca y los gritos de las chicas me salgo disimuladamente, el hombre ve a mi prima por una ventana y se sale del baño a por ella.
Narra Antonia María :
Veo que uno de los hombres viene a por mi y me meto en una cafetería, me siento en una mesa y me pongo la carta delante de la cara para que no me vea, el hombre entra en la cafetería y barre con la mirada todo el local, va hacia una chica igual vestida que yo y le toca el hombro, la chica se da la vuelta y el hombre tira una mesa.
Veo a mi prima Anabel y le hago un gesto con la mirada para que tire algo y que le distraiga.
Tira un vaso, pero no le hace caso, chilla "¡Estoy aquí!", no le hace caso y se pone a mover los brazos, de repente enciende un altavoz, no se de donde lo sacó y se pone a bailar, el hombre la ve sale corriendo con el altavoz, les sigo, Anabel se esconde en una esquina, cuando el hombre llega a su escondite se escucha un "¡Puuuuuum!" me asomo asustada y veo a Anabel con una sartén en la mano y el hombre tirado en el suelo, lo cogemos y lo metemos en una habitación de la limpieza.
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