Prólogo

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Recuerdo que mi madre solía decirme lo mucho que odiaba su vida, lo mucho que odiaba llegar a casa y escuchar la voz de mi padre pidiendo algo para cenar y reprochando sobre lo duro que es trabajar hasta tarde. "El amor no existe linda, crees que lo sientes, pero no es así." Sus palabras seguían grabadas en mi mente a pesar de que ya habían pasado 10 años, vivía con la idea de que el amor no era más que problemas, tenía ya 17 años y no había tenido un solo novio en toda mi vida.

Muchas veces había leído historias de princesas rescatadas por príncipes de torres tan altas como el cielo, de chicas que no tenían madre y eran acogidas por gente mala para ser salvadas por el amor, historias en donde el amor era más valioso que la vida misma, me pregunto ¿realmente el amor es tan bello? Después venían a mi mente las palabras de mi madre, pero eso no evitaba que esas historias me gustasen mucho más que otras, en ocasiones escuchaba a mi hermana contarme por horas sobre los chicos que le gustaban, sobre sus besos apasionados y las mariposas en su estómago, mi corazón se agitaba y mi boca se secaba, recuerdo que me hablaba de un chico diferente cada mes, y yo solía preguntarle porque no se quedaba con alguno de ellos, pero ella solo decía "Porque ninguno de ellos es mi amor verdadero" ¿Un amor verdadero?, ¿habla de alguien que se queda por siempre a tu lado?, ¿Alguien de quién no te aburres? Sonreía sin saber que decir ante tal respuesta.

Me llamo Elizabeth Castillo una chica de 1.60 de atura, piel morena y ojos claros, tengo el cabello ondulado y de un color café oscuro, en ese momento tenía 17 años, estaba a solo 6 meses de cumplir la mayoría de edad en mi país, y asistía a un colegio prestigioso en una de las ciudades más influyentes. Mi familia: Los castillo Rivera, eran una de las familias más conocidas, mi madre Estella Rivera era socia de uno de los grupos inversionistas más grandes del país y mi padre José Manolo Castillo era el dueño de una empresa multimillonaria de alimentos. Mi hermana Lucero Castillo era dos años más grande que yo, éramos totalmente distintas tanto en física como mentalmente, las dos íbamos a la preparatoria, ella en último año mientras yo en el primero.

El colegio en donde estudiaba estaba colmado de chicos ricos hijos de políticos famosos y empresarios con salarios exorbitantes, mi padre era uno de ellos, solía decirme que solo me enviaba a estudiar a ese lugar para que consiguiera un marido con un estatus social alto, obviamente esa idea era más que ridícula y no me importaba en absoluto, además, "¿Quién querría salir conmigo?" Eso era lo que pensaba pero no dudaría mucho, la preparatoria estaba dividida en grupos de todo tipo de acuerdo con su estatus y apariencia, las chicas eran todas muy bellas (con cirugías o sin ellas), llevaban joyería digna de la realeza y ropas que parecían resaltar sus atributos. La odié desde el momento en que me presenté, pero no podía dejarla solo por capricho, era una de las mejores escuelas del mundo, si tenía suerte, podría entrar a una universidad prestigiosa después de graduarme.

Todos los días era lo mismo, ir a la escuela, escuchar las conversaciones codiciosas e interesadas de mis compañeros y llegar a casa para cenar, a excepción de los días viernes, ya que mis padres solían ir a fiestas importantes de "beneficencia" o de "negocios" y llegaban hasta tarde, así que yo aprovechaba para salir a leer un libro en alguna parte del parque Dolores que se encontraba cerca de mi casa, siempre era cerca de un risco que tenía una vista encantadora, desde ahí podía ver las luces encendidas de toda la ciudad dada ya la noche, me causaba una sensación en el pecho, era algo inexplicable pero a la vez muy hermoso, leía hasta que mis ojos no podían mantenerse abiertos y regresaba a casa agotada pero sonriendo para comenzar la semana que venía, porque para mí, gracias a esos pequeños momentos fuera de casa en la oscuridad y la hermosa vista mis semanas terminaban los días viernes. Así era mi vida, hasta que apareció él.

¿Se supone que debo llamarte "amor"?Where stories live. Discover now