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Jeon Jungkook ya no era nada de lo que fue durante su infancia.
En la secundaria, su vida dio un gran vuelco. Decidió bajar de peso, ser más social y subir sus calificaciones. Decidió olvidar todo lo pasado y empezar de nuevo. Era el único consejo que había tomado de su psicólogo de aquel entonces.

Ahora, con veintitrés años y un cuerpo envidiable, pero ganado a pulso, Jungkook asistía a la universidad y estudiaba turismo.
En ella, había conocido a Park Jimin, uno de sus compañeros.
Jungkook trabajaba en la tienda de ropas de su madre para pagar sus estudios, mas a Jimin, sus padres se los pagaban.

Park Jimin era un chico un poco más bajo que él, de cabello negro también, labios que Jungkook envidiaba, al igual que grandes nalgas. Algo que ya todo el mundo le había mencionado.
También se enteró de que, para desgracia de sus compañeras, quienes decían que era una pérdida de carne masculina para el mundo femenino, Jimin era gay. Aunque, según él, lo descubrió durante la secundaria cuando trató de besar a su amigo. Casual.

Al poco tiempo de conocerse, se hicieron buenos amigos, aunque Jimin abandonó la carrera para seguir publicidad, decía que estaba buscando algo que le gustara. Fue entonces cuando el bajo le contó que sus padres se habían mudado a otra casa y le habían dejado esa a él, ofreciendole un lugar con la condición de dividir gastos y tareas, ya que la casa era un poco demasiado grande para una sola persona.
Sin dudarlo, aceptó.

Aunque Jimin era muy abierto en cuanto sus gustos y vida personal, Jungkook nunca estuvo muy enterado de su vida social, no conocía a sus amigos, ni siquiera a sus padres, no es como si debiera, pero él incluso le había presentado a su novia, así que creyó que el azabache le presentaría a cualquier persona ajena también.

No fue hasta que llevaban un año viviendo juntos, que Jimin decidió presentarle a su novio. A penas llevaban dos meses, pero él vio mucho amor entre ellos.

Aquella noche en cuestión, los tres estaban en el sillón de la sala, era noche de películas y justo había una tormenta ruidosa y potente. En el sorteó sobre quién elegiría la película, Jungkook ganó y no se le ocurrió mejor idea que elegir "Actividad paranormal" que, aunque fuera algo vieja, a Jimin aún le costaba verla y su novio, un miedoso a mucha honra, ni siquiera la había visto porque, claro, el nombre no lo invitaba mucho a hacerlo.

Así que ahí estaban, con las luces apagadas, la pareja acurrucada a un lado del pelinegro, que miraba la película con fascinación, y un platón de palomitas.

—¡Nooooo! ¡No, no, no! ¡Saca esa cámara de ahí! ¡Ya no pongas cámaras ahiiiiiii! — el pelirrojo se desesperó cuando vio que el protagonista volvía a colocar una cámara frente a su cama. Escondió su vista en el cuello de Jimin.

—No es para tanto, Hoseok —Jungkook comió de sus palomitas, totalmente acostumbrado a estas películas. Se podría decir que ésta era su favorita.

—Tiene razón, bebé. —tranquilizó Jimin acariciando los cabellos de su novio suavemente —Es sólo una pel-¡MIERDA SANTA! ¡LA TOMÓ DEL PIE, LA ESTÁ ARRASTRANDO! —su grito se oyó más que el de la protagonista llamando a su novio por ayuda, y tiró fuerte de los cabellos que antes acariciaba.

—¡Waaaaa! ¡Jimin! — se quejó Hoseok, alejándose para reprocharle, pero su vista se desvió a la tele justo cuando el protagonista era tirado contra la cámara, que cayó al suelo. —¡¡¡Aaaaaahhhhh!!! —Jimin y Hoseok gritaron al unísono y éste último saltó en su lugar.

Jungkook río a más no poder por su reacción.

Al momento en que la película está por terminar, la chica se acerca lentamente a la cámara y pone una expresión monstruosa; la puerta de la casa fue golpeada con fuerza y sonoramente, haciendo gritar, saltar y perder su masculinidad por completo no sólo a los novios, sino también a Jungkook, quién se unió al abrazo de los otros dos.

—¡Ahora viene por nosotros! — gritó Hoseok.

—¡No digas estupideces! — regañó Jimin.

Otro golpe fuerte se escuchó y luego otros más, parecía que iban a voltear la puerta y el sonido de la tormenta con las luces apagadas no ayudaba.

—¡¡Está ahí, esta ahí!! — esta vez fue Jungkook quién gritó en su oído.

Cómo pudo, Jimin se escabulló entre esos dos y se paró, dirigiendose a la puerta, al tiempo que el otro par se abrazaba entre sí, resguardandose en una de las esquinas del sillón.

—¡¿A dónde vas?! —preguntó Jungkook.

—A abrir la puerta, dah — contestó Jimin, llegando a ella.

—¡No lo hagas! ¡Te amo demasiado! — gritó Hoseok.

Jimin rió — No es el ente de la película, mi amor, no exageres. —aún así, dudó en abrir, hasta que otro golpe más sonó. Miró al par que negó, diciendo "no abras" con la mirada.

Jimin suspiró y se decidió por abrir, tal vez alguien necesitaba ayuda debido a la tormenta.

Abrió y su cuerpo cayó casi por completo sobre él.
El par del sillón abrió los ojos sorprendido.

—¿T-Taehyung?

No pudo con el peso y lo llevó contra la puerta, dejandolo caer sobre ella, provocando que se cerrara. El nombrado sonrió.

—¡Jiminnie! —se oía borracho. Olía a borracho.

—¡¿Qué Jiminnie ni qué nada?! —se acercó al interruptor y encendió la luz.

—¿Estás enojado? — puchereó.

El ahora pelinaranja se paró frente a él con los brazos cruzados, sacando una risa cínica. —¿Por qué? ¿Porque desapareces por tres meses y apareces completamente borracho, con olor a muerte y a las dos de la mañana adentrandote a mi casa? Nooo, claro que no.

—Ah, qué bien.

—¡Nada de qué bien! ¡¿Dónde rayos te habías metido?!

Taehyung iba a hablar, pero se lanzó al suelo y vomitó.

—Oh, no, oh no no no. — Hoseok, que hasta el momento sólo observaba junto a Jungkook, se levantó y cubrió su boca. —Soy vomitivo social —¿what? — vomito si veo a alguien hacerlo.

—Por tu jodida madre, Jung, si llegas a vomitar sobre mi piso, te mataré — advirtió el dueño de la casa.

—Él lo hizo — sentía las arcadas.

—¡Él está borracho! — se agachó y sostuvo a Taehyung, que comenzó a reir, recostandose boca arriba junto al vómito.

—¡Jiminnie, el fósforo gigante es tan gracioso!

—No es un fósforo gigante, es una persona.

—No bromees. — enfocó la vista hacia el pelirrojo — Oh, es verdad — rió más y señaló a Hoseok, pasando su brazo sobre el líquido asqueroso, empapandolo en él — Ups.

—¡Taehyung! —regañó Jimin.

—¡Oh, no, oh no no! — volvió a decir Hoseok. Esta vez sí no pudo contener el vómito y liberó todo en el suelo, para tambalearse dramáticamente después.

—¡Jung Hoseok!

Jungkook corrió hasta él y lo sostuvo. —Tranquilo, lo tengo.

—¡¿Qué "lo tengo"?! ¡Deja que caiga al suelo por estúpido.!

Entré la risa de Taehyung ebrio en el suelo, el enojo de Jimin y la sobreactuacion de Hoseok, Jungkook supo que no sería una mañana fácil para ninguno.













[💕]

Hola, sé que dije que no actualizaría hasta terminar las otras, pero, I'm a liar.
I'm a baaaad girl, dah.
Turuturruru.
Ahre.

Bai.

Tres son multitud Donde viven las historias. Descúbrelo ahora