Único

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SeungCheol soñó con ojos oscuros que escondían miles de estrellas, con piel blanca como la luz de la luna y suave como los pétalos de rosa. Soñó con labios finos y rosados con sabor dulce y caricias efímeras que le causaban cosquillas. Soñó con el aroma a flores en primavera y el mar en verano. Todas imágenes tranquilas que le recordaban a una sola persona.

SeungCheol soñó con Jihoon.

Soñó con su voz entonando melodías a media madrugada, con sus dedos acariciando las cuerdas de la guitarra y luego afirmándose contra sus propios dedos cuando iban de la mano. Y también soñó con su risa, esa que salía específicamente cuando él hacía o decía una tontería sólo para verlo reír. Y luego entonces esa risa se transformó en un llanto agudo y aniñado que caló en su cabeza, y lo hizo arrugar el ceño mientras se removía entre las sábanas.

—Shh, shh yo iré, descuida —escuchó que murmuraban a su lado, una voz que el conocía muy bien y que lo hizo preguntarse el porqué de la cercanía.

Sintió un par de manos acariciarle los brazos, antes de notar como el calor que se pegaba a su costado desaparecía y la cama se sentía más vacía. El llanto seguía sonando en la lejanía y el sueño viajando en su cuerpo. Ni siquiera se había molestado en abrir los ojos por lo que no tardó en volverse a dormir, internado en la calidez de las sabanas y la comodidad del sueño.

[ ... ]

—Tuve un sueño extraño —dijo Soonyoung, sentándose en el suelo y tomando su plato con el desayuno.

Seokmin preguntó con qué había soñado y pronto el muchacho estuvo contando con lujo de detalle todo sobre su sueño (que incluía perros y a Bruno Mars hablando en coreano con fluidez), pero SeungCheol no prestó atención y a cambio pensó en su propio sueño; no recordaba mucho de él más allá de estar en una cama y escuchar a un niño llorando, pero tenía la sensación de que Jihoon había estado ahí también. No podía recordar una imagen o una palabra, pero estaba seguro de haber oído la voz ajena mientras estaba en aquel mundo onírico.

Sin darse cuenta se había quedado viendo hacia el bajito, dejando de comer mientras se concentraba en sus pensamientos. Eso hasta que Jihoon se dio cuenta que lo estaba mirando y lo interrogó silenciosamente con una ceja alzada. Seungcheol solo tragó saliva y negó sutilmente con la cabeza, volviendo su atención a su comida con rapidez e ignorando el cosquilleo crepitando desde su estómago hasta su pecho.

Soonyoung estaba terminando de contar su sueño para entonces, relato del cual él no había escuchado nada, y la mitad del grupo estaba riéndose. La otra mitad estaba ocupada charlando entre sí, o solo comían en silencio como era su caso.

Eran pocas las veces que lograban estar así, simplemente reunidos en la sala de su dormitorio tomando el desayuno sin prisas de por medio, dado que siempre estaban ocupados en promociones, con los tours o preparando su siguiente disco.

Si se obviaban algunas cosas, fácilmente podrían pasar por un grupo muy grande de amigos que se reunían muy temprano para comer. Pero esas cosas eran las mismas que no podías pasar por alto; ellos eran SEVENTEEN. Eran famosos.

Ninguno había esperado que SEVENTEEN se volviera tan popular.  Si, lo habían deseado con todas sus fuerzas, era su sueño y principal objetivo; hacer el debut y lograrlo a lo grande. Pero alcanzarlo tan pronto todavía se sentía surrealista y ninguno de ellos se acostumbraba a la fama. Ya eran casi 4 años desde que se había vuelto S.Coups para el ojo público y, aún así, a veces se sentía el mismo adolescente que miraba artistas en la televisión y soñaba con ser uno de ellos.

Spaces Between ➳ JiCheol Donde viven las historias. Descúbrelo ahora