62. Nuevos amigos.

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Mas tarde ese dia, ya nos estábamos dirigiendo hacia nuestra clase de DCAO, estaba emocionada por ver a Lupin enseñar. Al entrar, veo como ya habían llegado algunos Gryffindors y Slytherins, dentro de ellos estaban los gemelos hablando con Lee que estaba sentado delante de ellos.
Mis amigos me dirigieron a la fila que estaba al lado de ellos, asi que empezamos a sacar los libros y demas.

El sonido de la puerta abriendose, llama la atencion de todos.

-Buenas tardes -dijo Remus- ¿Podrían, por favor meter los libros en la
mochila? La lección de hoy será práctica. Sólo necesitaran las varitas mágicas.

La clase cambió miradas de curiosidad mientras recogíamos los libros. Nunca habíamos tenido una clase práctica de Defensa Contra las Artes Oscuras, a menos que se contara la memorable clase del año anterior, en que Lockhart había llevado una jaula con duendecillos y los había soltado en clase.

-Bien -dijo el profesor Lupin cuando todo el mundo estuvo listo- Si
tenéis la amabilidad de seguirme...

Nos condujo por los pasillos hasta que llegamos a la sala de los profesores.

-Entren, por favor -dijo Lupin abriendo la puerta y cediendo el
paso.

En la sala de profesores, una estancia larga, con paneles de madera en las
paredes y llena de sillas viejas y dispares, no había nadie salvo un profesor.

Snape estaba sentado en un sillón bajo y observó a la clase mientras ésta entraba en la sala. Rodó sus ojos y en la boca tenía una sonrisa desagradable. Cuando Remus entró y cerró la puerta tras él, dijo Snape.

-Déjela abierta, Lupin. Prefiero no ser testigo de esto otra vez. -Se puso de pie y pasó entre nosotros. Su toga negra ondeaba a su espalda.

-Ahora -dijo Lupin llamando la atención del fondo de la clase,
donde no había más que un viejo armario en el que los profesores guardaban las togas y túnicas de repuesto. Cuando Remus se acercó, el armario tembló de repente, golpeando la pared.

-No hay por qué preocuparse -dijo con tranquilidad Remus cuando algunos de los alumnos se echaron hacia atrás, alarmados- Hay un boggart ahí dentro.

Oh, recordaba esas cosas. Un verano en la casa de Remus, estaba buscando los juegos de mesa muggle que el guardaba para cuando vaya a visitarlo. Por suerte Lunatico se encontraba allí, cuando delante mio al abrir el armario apareció el boggart.

-A los boggarts les gustan los lugares oscuros y cerrados -prosiguió el
profesor Lupin- los roperos, los huecos debajo de las camas, el armario de debajo del fregadero... En una ocasión vi a uno que se había metido en un reloj de pared. Se vino aquí ayer por la tarde, y le pregunté al director si se le podía dejar donde estaba, para utilizarlo hoy en una clase de prácticas. La primera
pregunta que debemos contestar es: ¿qué es un boggart?

Pucey que estaba al lado mio, levantó la mano.

-Es un ser que cambia de forma -respondió Adrian- Puede tomar la forma de aquello que más miedo nos da.

-Muy buena respuesta. -admitió Lupin- El boggart que está ahí dentro, sumido en la oscuridad, aún no ha adoptado una forma. Todavía no sabe qué es lo que más miedo le da a la persona del otro lado. Nadie sabe qué forma tiene un boggart cuando está solo, pero cuando lo dejemos salir se convertirá de inmediato en lo que más temamos. Esto significa que
ya antes de empezar tenemos una enorme ventaja sobre el boggart. ¿Sabes por qué, George?

-¿Porque somos muchos y no sabe por qué forma decidirse?

-Exacto, siempre es mejor estar acompañado cuando uno se enfrenta
a un boggart, porque se despista. ¿En qué se debería convertir, en un cadáver decapitado o en una babosa carnívora? En cierta ocasión vi que un boggart cometía el error de querer asustar a dos personas a la vez y el muy imbécil se convirtió en media babosa. No daba ni gota de miedo. El hechizo para vencer a un boggart es sencillo, pero requiere fuerza mental. Lo que sirve para vencer a un boggart es la risa. Lo que tenéis que hacer es obligarle a que adopte una forma que vosotros encontréis cómica. Practicaremos el hechizo primero sin la varita. Repetid conmigo ¡Riddíkulo!

Shirley DumbledoreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora