7 - El pasado vuelve una vez más

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La primera persona que se me pasó por la cabeza fue Alicia, la cual descarté al instante porque hubiese conocido su voz enseguida aunque intente cambiarla. Era todo muy raro, pero lo único que sabía era que yo nunca había podido ser capaz de algo como aquello.

-¿De verdad piensas que soy yo? -Las lágrimas en mis ojos caían rápidas, llenas de dolor. Me acerqué a él con la intención de tocarle el hombro pero se apartó automáticamente.

-No me toques. -Dijo dolido. -No vuelvas a buscarme. Ni a mi ni a Maia. -Se dió la vuelta e intenté retenerlo, pero volvió a safarse de mi agarre.

Se había ido. Se habían ido, él y Maia.

Prometieron no dejarme, pensé que ellos eran diferentes.

Siempre que alguien entraba en mi vida se iba.

Supongo que tendría que acostumbrarme a ello.

-Sé que no fuiste tú. -Dijo Paul y abrí los ojos sorprendida.

-¿Cómo?

-Alicia nos lo contó. -Susurró con su mirada clavada en el piso. Cuando iba a hablar me cortó. -Después de que te fuiste nos amigamos con Alicia. Los meses pasaban y un día la vimos llorar y con Maia nos asustamos muchísimo, Alicia nunca lloraba. -Tenía razón, pocas veces había visto llorar a la pelirroja. -Le preguntamos que le pasaba y después de varios minutos dijo que se había peleado con Alfonso. Pensamos que era una simple pelea de pareja, e intentamos consolarla diciéndole lo típico que le dices a alguien cuando se pelea con su pareja. -Se encogió de hombros restándole importancia y siguió hablando, sin quitar su mirada del piso.

-Recuerdo después de nuestro intento de consolarla nos dijo entre llantos que la razón por la que se habían peleado era por tí. Como es de esperar nuestra cara en ese momento era un puto cuadro porque realmente no teníamos idea de qué coño estaba pasando. Al vernos tan confundidos nos comenzó a explicar todo. -Se creó un silencio y levantó su vista para verme, sus ojos estaban aguados y yo no entendía nada.

-¿Me lo vas a decir o qué? -Pregunté a secas.

-Natalia, Alfonso planeó todo. Por su maldita culpa te perdimos, pero la realidad es que los imbéciles fuimos nosotros. A día de hoy me arrepiento muchísimo de no haberte creído.

-Si de verdad te arrepentiste mínimo me hubieras buscado, ¿no?

-Era obvio que no nos ibas a perdonar. -Soltó un leve suspiro y yo me reí sin gracia.

-¿De verdad crees eso? -Pregunté un poco alterada. -Tú y Maia eran mis únicos amigos y se alejaron de mi por algo que ni siquiera era cierto. ¿De verdad piensas que nunca tuve ganas de que volvieran a mi? estaba enojada, sí. Pero ustedes dos eran las únicas personas con las que me había abierto y a las que les había contado todas mis mierdas. Claro que esperé a que volvieran y me dijeran "oye, Natalia, lo siento." pero no ha pasado, he esperado mucho tiempo. Y un día me cansé de esperar y me vine a Madrid. -Cada palabra que soltaba estaba llena de rabia. Toda la rabia que tenía acumulada la estaba soltando, y Paul me miraba atentamente.

-Lo siento. -Me miró a los ojos con tristeza pero yo me mentalicé para no caer en ello. No podía rebajarme, no ahora. Él me había dañado.

-Un lo siento no va a arreglar todo el daño que me han hecho. -Dije en un susurro, mi voz ni siquiera salía con fuerza.

-Lo sé. Si quieres me voy.

-No, te voy a contratar.

-¿Por qué? -Preguntó elevando las cejas, sorprendido ante lo que le había dicho.

CORASHE | albalia.Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt