Atrapados en el juego WIGETTA

6.1K 415 200
                                    

POR FAVOR, DESPUES DE LEER EL CAPITULO, LEER LOS COMENTARIOS FINALES. ¡MUY IMPORTANTE!

Narra Samuel:

-¡¡No!! –Grito Lean, mientras corría a toda velocidad por la casa-

-¡¿De verdad crees que puedes escapar de mí?! – Solo hizo falta un pequeño acelerón para poder alcanzarlo. Me puse justo frente a Lean, cortándole el paso, y entonces lo cogí en brazos. No paraba de reírse. Eso era bueno-

-Eso es trampa – Dijo intentando cesar sus risas- ¡¡Tu corres muy rápido!!

-¿Ehhh? –Arquee una ceja- El único problema que hay aquí es que tú eres un enano –El inflo los cachetes, intentando parecer enfadado. Yo no pude evitar reír- Bueno, bueno… No te enfades pequeñajo –Le enseñe la lengua, en gesto de burla, y el hizo lo mismo- Y… ¿A qué quieres jugar ahora? –Dije con una sonrisa. Él se veía bastante contento, pero comenzó a ponerse serio-

-Bájame… -Dijo con la mirada hacia el suelo-

-¿Por qué? ¿No quieres hacer nada más? ¿Quieres jugar al escondite? ¿O salimos al patio y jugamos con la pelota?

-No quiero.

-Y si salimos a dar un paseo… -Insistí-

-¡No quiero! ¡Bájame!

-Bueno, está bien… -Lo baje sin rechistar. Había conseguido que se animase, pero ya había decaído de nuevo. Me agache hasta quedar a su altura y entonces acaricie su cabeza- ¿Estas bien? –Pregunte preocupado. El solo asintió, mientras pequeñas lágrimas se deslizaban por sus mejillas, de nuevo- Oh vamos… -Empecé a pellizcarle una de sus mejillas, sin que él se inmutase- No puedes pasarte la vida llorando… No creo que Leide quisiese eso. –Y al instante, como si hubiese pulsado algún botón, comenzó a llorar aun con más intensidad- Creo que eh dicho algo que no debía… -Susurre-

-¡Quiero ir con mi hermana! –Grito mientras sollozaba-

-No puedes –Está claro que no se me da bien consolar a niños-

-¡Pues entonces quiero que venga Willy!

--Suspire- Tampoco se puede… -Es cierto… Willy no había vuelto todavía. ¿Y si se ha metido en algún problema? No, Samuel, no… Tienes que confiar en el-

-¿Dónde está él? –Pregunto, todavía sollozando- Prometió que se quedaría conmigo, pero se ha ido… Ni si quiera me ha avisado –Se secó las lágrimas con las mangas de su camiseta, y acto seguido se sentó en el suelo, con la miraba baja-

-Lo ha hecho por ti, ¿Sabes? A él tampoco le gusta verte llorar… A mí tampoco me gusta. Y apuesto a que a tu padre tampoco –Me miro de reojo y frunció el ceño. Creo que eh vuelto a cagarla-

-No vuelvas a decirlo…

-¿Eh? –Mal Samuel, mal- ¿E-el que?

-¡Él no es mi padre! ¡A sí que no vuelvas a decirlo! –Se mordió el labio inferior, con mucha fuerza-

-¿Te ha hecho algo malo?

-¡¿Y a ti que te importa?! –Lo mire sorprendido. Al instante se sintió mal por lo que había dicho- Lo siento… No quería gritarte.

Atrapados en el juego WIGETTA (SinFinalizar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora