Capítulo 9: En las buenas y en las malas

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-Hyung te dije que no, suelta eso! Es mío.- Donghyun le peleaba al mayor para que soltara su peluche.

-Préstamelo Hyunie, solo por esta noche.
-Que no! Lim YoungMin suelta a DaeHwi.
-Es que es precioso, me recuerda a Tsuki.
-Daehwi es más lindo que Tsuki, y es mío, no me gusta dormir sin él.

Parecían dos niños corriendo por toda la sala de estar a ver quién dormiría con el perrito de peluche esa noche. YoungMin había encontrado ese peluche cuando salió al balcón y lo vio colgado en la tendedera luego de que el menor lo lavara. Nunca había notado que su amigo dormía con ese muñeco tan adorable, era un perrito precioso, muy parecido a la perrita que él y Mey habían adoptado. Luego de burlarse del dueño del peluche por un rato, decidió que él también quería dormir aunque fuera sola una noche con el perrito de nombre Daehwi.

-Youngmin si quieres te compro uno, pero ese es mío hyung, es muy especial para mí.
-Te lo regaló alguien especial?
-Sí, mi madre.
-Oh, lo siento Hyunie, yo te lo devolveré...- Estiró sus manos para darle el peluche, pero cuando el otro lo fue a agarrar se echó a correr hacia su cuarto y lo cerró con seguro. Donghyun no podía creerlo, su amigo se estaba comportando de una forma muy diferente a cuando lo conoció, ahora era alguien más alegre, juguetón y él podría jurar que mucho más fácil de amar.

Youngmin se sentía feliz, veía la vida forma diferente, la compañía de Hyunie le hacía bien, tenía alguien con quien hablar, en quien confiar, con quien salir de compras, al fin tenía lo que siempre quiso: un amigo verdadero. En estos cuatro meses viviendo juntos su relación se había vuelto extremadamente cercana.

Donghyunie se rindió y aún riendo por la situación se dirigió a la sala de estar, se acomodó en el sofá a ver uno de los programas de tv que estaban transmitiendo. Casi se queda dormido cuando sintió la puerta del cuarto de su hyung cerrarse con fuerzas. Se puso de pie como por inercia, y vio que Youngmin salía casi corriendo, con sus ojos acuosos y el teléfono en la mano.

-Hyung, que ocurre?
-Mi padre, me acompañas Donghyun?
-Por supuesto- Aceptó sin pensarlo.

Los padres de Youngmin habían regresado a Corea porque a su papá se le había detectado un problema en el corazón, pero aterrizando su avión, al señor Lim le había dado un infarto, y se encontraba grave en el hospital. La señora Lim había llamado inmediatamente a su hijo.

Youngmin manejaba en silencio, mordía sus labios con preocupación. Donghyun solo rezaba porque al padre de su amigo no le ocurriera lo peor, por la reacción del chico se veía que era un buen hijo y que amaba mucho a su familia, si una tragedia ocurriera quedaría devastado. Lo que menos quería Donghyun en este mundo era que la nueva expresión de felicidad que había surgido en el rostro de su hyung, desapareciera.

Cuando llegaron al hospital preguntaron en recepción y los llevaron a la habitación donde estaba su madre esperando sola, mientras hablaba con un doctor.

-Mamá!

-Hijo- Ella corrió a abrazarlo, y besó su rostro repetidas veces. Le explicó que estaban operando a su padre en esos momentos, acababan de entrarlo al salón de operaciones, y que tardarían un poco. Cuando concluyó de explicar, observó a Donghyun, quien se veía igual de preocupado que ellos que eran los familiares.- Hola, quién eres joven?- Ella iba a preguntar si era amigo de su hijo, pero como jamás había conocido alguno, prefirió no sacar conclusiones precipitadas.

-Oh, madre, él es mi amigo Donghyun, es el chico al que le alquilo el otro cuarto del departamento, pero por encima de eso, es mi mejor amigo.

-Soy el único que tienes YoungMin, pero igual gracias. Mucho gusto señora Lim, espero que su esposo mejore pronto, todo saldrá bien, hay que tener mente positiva.- Le hizo una reverencia a la mamá de su amigo, y ella le dio un abrazo, lo que dejó a ambos chicos sorprendidos.

Tú Cambias mi vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora