Segunda Parte CAPITULO 5

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Diego Alexander West A.

Luego de hacer los pendientes vuelvo a la habitación y al entrar Alice está viendo fijamente su teléfono y me acerco hasta ella, me siento en una silla a su lado y cuando se percata de mi presencia me regala una pequeña sonrisa.

-. Hola – murmuro - ¿Cómo te sientes? – inquiero

-. Mejor – responde - ¿Cuándo podre irme de aquí? – pregunta

-. En cuanto el medico firme el alta, estaremos en el hotel por lo menos hasta que el médico de la orden de que puedes viajar – asiente y esquiva mi mirada – Ali – le llamo y vuelve a mirarme – sé que no es fácil para ti tenerme cerca después de como pasaron las cosas pero te juro que...

-. No – me interrumpe – no quiero hablar del tema, eso solo hará que me altere y no me hace bien West – dice seria y asiento - ¿Me dejaras explicarte mis razones algún día? – pregunto

-. Si pero no aseguro perdonarte o que las cosas vuelvan a ser como antes

-. Lo entiendo y si después de escuchar no me quieres a tu lado te daré el divorcio en cuanto el plazo establecido se cumpla

-. Pensé que querías estar con tus hijos – murmura y me parece ver tristeza en su mirada

-. Y lo voy a estar, pero no deseo que mis hijos crezcan en un ambiente donde sus padres discuten constantemente ya viví eso – mi mente viaja aquellos días donde mi madre trataba de ocultar sus constantes peleas

-. Alex...

-. No – ahora soy yo quien le interrumpe – Ali yo te amo pero ya forcé las cosas contigo y mira los resultados, me gane tu odio yo no quiero... - me quedo callado pues el amargo recuerdo de las constantes discusiones de mis padres durante mi infancia me atormenta, cierro mis ojos luchando por borrarlos de mi mente, pero es imposible

-. Alex – siento sus tibias manos sobre las mías y abro mis ojos – tú no eres el – murmura y niego

-. No hace falta golpear para hacer daño y yo te lastime no quiero que mis hijos vean como su padre hiere a su madre y como ella lo odia; eso no me lo perdonaría – beso sus manos y su piel se eriza por lo que las retiras

-. Dame un poco tiempo y hablaremos – dice y asiento

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Entramos a la habitación del hotel y la ayudo a llegar hasta la cama, le indico que en un momento traerán la comida pero niega por lo que insisto ella tiene que alimentarse ahora no solo es ella sino también a mis hijos.

Media hora más tarde la cena llega y entro a la recamara con la bandeja y ella al verme niega pero insisto no puedo permitir que se duerma sin comer nada por lo que al ver que no dejare de insistir comienza a comer.

Al terminar, Ali se quedó profundamente dormida lo que me tranquiliza, me ocupo de algunos detalles de los hoteles y de mis otros negocios antes de que Diego vuelva a llamar con una de sus crisis, una vez que termino me cambio y me acuesto a su lado, bajo hasta su vientre y lo beso.

-. Los amo – murmuro, vuelvo a mi lugar y Ali me toma por sorpresa al abrazarme y colocarme su rostro en la base de mi cuello

-. Te extrañe – dice y sonrió

-. No más de lo que yo a ti

-. Perdón por no llamarte y decirte lo del embarazo – comenta

Eras Tú - EditandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora