Cuando Wanda le pide a Peter que investigue quien es la persona que le envía cartas, él sabe inmediatamente que esta jodido. Ahora él deberá seguir con las mentiras, todo con tal de que su amiga no se de cuenta quién es la persona que le envía las c...
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—Demonios —pronunció Wanda mirando la caja de cartón—. Sam tienes unos gustos muy raros. ¿Quién pide fideos para el desayuno?
—Caradura —Sam se sintió indignado—. Señorita, para su información es medio día, no es hora del desayuno.
—¿Stephen no ha venido?
—No, dijo que vendría hoy en la tarde.
Sam sintió un poco de envidia, Wanda la mayoría del tiempo podía quedarse a dormir hasta tarde con la excusa de que uno de sus entrenadores era Stephen, con el los horarios no existen, dos entrenamientos al mes, a veces tres sesiones intensas de pelea por semana. Stephen ayudaba con su entrenamiento pero seguían sus reglas, el venía cuando estaba libre. Wanda siempre se burló de aquello con Peter, él le dijo que tenía que atender una fiesta con niños, un día Stephen lo escuchó murmurar.
Peter terminó con problemas para el final del día, admitió toda la culpa y tuvo que disculparse, Wanda se reía a sus espaldas.
Las puertas se abrieron y todos miraron a Peter, venía de trabajar con Tony.
—Steve entrenará con Sam de ahora en adelante —musito Bucky quien estaba en el comedor con una caja también—, entrenas conmigo.
—¿Enserio? —Peter no sabía si estar desconcertado o fascinado con lo que el soldado le había dicho.
Por un lado quería entrenar con él, pero por otro sabía lo reservado que era Bucky. Peter solía charlar con Steve durante su entrenamiento, lo hacía un poco dinámico. Steve le permitía hablar de ciencia o de cosas en general. Steve se nutría de la información moderna que Peter le daba, él aun no se acostumbraba al nuevo mundo.
—¿Algún problema?
Peter hizo una mueca con su boca mientras negaba con un movimiento de cabeza, Sam y Wanda podían sentir lo nervioso que se encontraba Peter.
—Como la primera vez en el aeropuerto —se burló Sam—, te entiendo Parker. Solo mira tu cara Barnes, intimidas.
Bucky se limito a dar una media sonrisa, Wanda no pudo evitarlo y solo una carcajada, Peter y Sam la siguieron, su risa era un poco contagiosa. Peter no había centrado su atención en ella, no hasta que la vio reír.
—¡Oh! —la preocupación en la voz de Sam fue notable haciendo que Peter y Wanda dejen de sonreír—. Voy a llegar tarde.
El moreno agarro su chaqueta marrón enseguida mientras miraba su reloj.
—¿Sucede algo Sam? —Wanda no dudo en preguntar.
—Tengo una cita en quince minutos —el moreno estaba agitado mientras se colocaba su chaqueta—. Se acuerdan de la cafetería a la que me llevo Barton, la que según él era la mejor del todo el mundo.
