Los dramas e imprevistos del amor

Día 1: Inesperado

Una mañana de lunes, en la que no sonó mi primera alarma del día, con lo cual cuando sonó mi segunda alarma y por curiosidad miré la hora, ¡Eran las 07:40! Y el tren salía a las 08:02 e iba muy justo de tiempo, asique me vestí rapidamente, me dejé toda la casa patas arriba, salí de mi casa y fui a toda prisa por pleno centro de Alicante.

Cuando llegué por fin a la estación, encontré mi línea y me senté en un banco a esperar mi tren. Para amenizar la espera hice mano de mi móvil, que estaba en mi mochila, pero lo que no tenía era mi bono del tren, acto seguido, me puse a buscar el mostrador donde vendían los billetes de tren. Después de un rato buscandolo, los compré por fin. Al momento, me di cuenta de la hora que era, se me hacía tarde - ¡Lo que mal empieza, mal acaba!- Y entonces llamé a mi compañero Ángel.

*Ring*

- ¡Hey Ángel!-(mientras me dirigía de nuevo a mi línea)- Escúchame, voy a llegar una hora tarde, se me ha olvidado el bono del tren y me tengo que esperar al próximo.

- ¡Qué tela! Ahora querrás que te cubra la hora, ¿me equivoco?

- Si... Si puede ser. Va, que luego te invito a comer, compa (; .

- Si es con esa condición si, jajaja. Cristian, luego nos vemos que acaba de entrar gente.

*Cuelga*

¡Uff! Menos mal que Ángel me cubrió la hora, porque llevaba pocos dias trabajando y no quería que me despidieran.

Para entretenerme me volví a sentar en un banco que por suerte estaba vacío, al poco tiempo apareció una chica bastante guapa y se sentó en el otro extremo del banco. Yo no podía parar de mirarla, tenía las facciones de la cara perfectas (para mí), la cara redonda, ojos claros, naríz pequeña, unos labios rojos carnosos, el pelo castaño y ondulado con mechas californianas rubias. Era alta, delgada, llevaba un look casual. Me dejó hipnotizado y no pude resisitirme a empezar una conversación:

- ¡Hola! ¿A donde vas?

- Voy a Murcia centro, ¿y tú? - (me dijo mientras sacaba algo de su bolso)

- ¡También a Murcia! ¿Vas a trabajar o de visita?

- Ojalá de visita, trabajo en el Corte Inglés.

- ¡Vaya! Trabajamos casi al lado, a ver si nos vemos algún día por allí.

- Eso será si no me despiden.

- ¿Y eso? (pregunta extrañada)

- Porque he pérdido el tren, voy a llegar tarde y llevo 1 semana trabajando.

- A todo esto, ¿Dónde trabajabas?

- En Pull&Bear, casi enfrente del Corte Inglés.

- ¡Ha llegado el tren! A ver si lo pierdes de nuevo. - (dijo mientrás se levantaba rápidamente)

En el trayecto estuve hablando con Isabel de nuestras aficiones, nuestros gustos... Y teniamos bastantes cosas en común, - ¡Le gusta Pablo Alborán! Tiene ya el cielo ganado conmigo (pensé).

Llegué al trabajo por fín

- ¡Hey Cristian!

- ¿Qué hay Ángel? - (le dije mientrás dejaba mis cosas en el mostrador)

- Aquí estoy, colocando ropa, ¿Vas a empezar o te tengo que cubrir el día entero? - (dijo en un tono irónico)

- ¡Que cabrón! Encima que te voy a invitar a comer.

- Anda, tira que viene el sheriff.

El jefe me riñó, pero Ángel por suerte me defendió y salí ileso.

En el descanso de mediodía salimos Ángel y yo a comer, como invitaba yo le dije de ir a los "100 montaditos", nos sentamos a pedir y mientras esperabamos apareció Isabel y me quedé mirandola fijamente, de tal manera que se me olvidó hasta saludarla, se estaba sentando en una mesa sola.

- Eoo, Cristian ¿Te pasa algo que solo haces mirar para allá?

- No, nada nada, estaba mirando ese cartel.

- Será eso... - (me dijó con un tono de desconfianza)

Terminamos de comer y cuando ibamos a pedirnos el café me levanté y le pregunté a Isabel si quería venirse a nuestra mesa a por un café.

Se vino a nuestra mesa y nos reímos un buen rato. Yo tenía un tono de voz super dulce, porque teniendo a mi nueva crush delante, era normal.

Nos dió tambien su número de teléfono para quedar otro día o por si necesitabamos algo de ella.

Fuimos de nuevo a trabajar y Ángel me pilló:

- No puedes negarme que esa chica te gusta. Antes de traerla podrías haberme preguntado si podía sentarse con nosotros, suerte que me ha caído bien, es bastante guapa, me gusta para tí, ¿sabes?

- No se te escapa ni una. Tío, estoy coladísimo por ella, tenemos bastantes cosas en común, entre ellas, le gusta Pablo Alborán. Ojalá le haya parecido guapo o un buen pártido.

- ¿Otra que le gusta el corta venas ese? Lo que me faltaba, venga, ¿vuestra primera cita será en un concierto suyo? (dijo mientrás entrabamos al trabajo)

- ¿Hoy estás chistoso, ehh? Pues no estaría mal lo del concierto.

- (Salé el jefe y nos dice) - ¿Queréis poneros ya ha hacer algo y dejaros de mierdas?

- (Ángel y yo) Sí, perdón (indignados por el carácter del jefe)

Terminé de trabajar y fui a casa tránquilo por fin.

Cuándo llegué a casa miré el contacto de Isabel y no tenía foto de pérfil, asique ya tenía excusa para hablarle. Le pregunté si tenía Instagram y de paso podía surgir una conversación.

Me escribió su Instagram, me agregó en los contactos y me dió las buenas noches.

Ya me estaba haciendo ilusiones de poder hablar con ella largo y tendido, pero me dió largas muy rápido, aún asi no perdí la esperanza, le dí tiempo al tiempo, porque aún no nos conocíamos mucho.