Soledad

Atada al dolor

Comenzar difícil es
cuando sin querer contar
yo me pongo a recordar,
aquellos momentos
que trato de olvidar.
Un pasado gris
sin mucho que rescatar,
horas eternas de culpa
y noches en vela
a causa de tanto llorar.
No recuerdo los días buenos
puesto que los malos
invadían esa etapa,
no diré que era infeliz
más mentiría si dijera
que quería vivir.
Mi cabeza y corazón
nunca de acuerdo estaban
y entre dolor, dudas y emoción
nunca una mala decisión
como solución tomé.
En mis tiempos
bullying quizás no fue,
más dolía una y otra vez.
Quizás envidia fue
o talvez me lo gane.
No recuerdo que haber hecho
para esto recibir,
y a lo largo de mi vida
tenerlo que pagar.
Ya con 10 o 11 años
me presentaron al rencor,
al odio, la venganza y a la culpa también.
No creo recordar
el porque culpable me sentía,
más podría ser porque sola me sentía.
Nunca comprendí
el porque era contra mí,
y tantos años de burlas,
rechazos e insultos
qué me tocó vivír.
Más el vaso rebalsó
cuando un golpe yo sentí,
empujones y bromas bruscas
me cansé de recibir
y ahí el silencio rompí.
De todo ésto yo aprendí
qué los amigos puñales son,
y nunca contigo están
si se trata de la contraria
tener que llevar.
Me llama la atención
como de amargada me trataban,
y así todos me creían
sin las razones conocer.
Mas risa a mi me da
ya que nadie pregunto,
aquello que causaba
mi tan constante mal humor.
A ti te juzgarán siempre sin saber
y a nadie le importará el origen del porqué.
Comprendan que esa etapa
algo difícil fue,
más culpa mía no es
ni tampoco lo pedí.
Odiar a quién te lastimó
es la vida perder,
pero peor es
cargar con rencores
qué matan tu corazón.
A veces muerta en vida estoy
ya que no suelo sentir
emoción por lo común
y satisfacción al seguir.
Quizá algo fría y dura me volví,
pero quién mejor me conoce
sabe que sensible puedo ser,
más como algo rebelde me creen
no saben en donde, la ternura quedó.
Soy frágil aunque dura parezca
esa es mi coraza
ante este mundo perverso,
es solo mi defensa
ante el temor que poseo
ya que caer en lo mismo
es mi mayor miedo.
Me ha costado mucho
salir del maldito pozo,
donde me tiraron infinitas veces
sin remordimiento alguno.
Desconfío del mundo
y de aquel hipócrita que me nombra,
ya qué las heridas cicatrices son,
corazón de piedra insensible es
y el temor de caer en lo mismo
es lo que me impide libre ser.
Mas víctima no hay que ser
de éste mundo cruel
y feliz tratar de ser
dejando el pasando,
en el andén.