Prólogo

17 2 0
                                    

«Él escribía poemas en su espalda. Y no le importaba navegar sus valles o naufragar por sus lunares. Y aquel chico a cambio se bañaba en sus palabras, que en cada letra que veía le acariciaba el alma. Y aunque no veía lo que él escribía, lo sentía tan cerca como el papel en su piel, como el tacto de sus manos, como el trazo de su pluma agitando su piel desnuda.»

.

.

"Quién contra el viento quiere mear, con fuerza se ha de mojar" 

Él, y solo él, repetía esa frase la cual, en la mente inocente de Jimin, quedó grabada. 

Cada día que Jimin despertaba de aquel sueño, deseaba volver atrás para poder revivirlo de nuevo, escuchar esa voz tan ronca que traspasaba la barrera del sonido que formaban las olas del mar al colapsar entre sí, su cabello, su cabello de color negro intenso que bailaba y ondeaba al compás del viento, ese espíritu libre y rebelde y aquel rostro, ese rostro...

-Jimin suspiró al recordar todo aquello-

Sus ojos felinos y de un color negro penetrantes, que podían sacarte el alma con una sola mirada. Sus labios, finos y rosados como aquellas encías que sobresaltaban cuando sonreía y sus pequeños dientes, los cuales no solía mostrar muy a menudo. Para Jimin, ese rostro para él era simple perfección pero... el capitán que aparecía en sus sueños cada noche era eso, un simple sueño, o eso creía Jimin.

Jimin era una persona normal, tenía una vida normal y monótona en una peluquería, pues ahí trabajaba, él amaba tratar con los cabellos de las personas o más bien mujeres que acudían siempre a la tienda del señor Hiyoshi un hombre que le da hogar y comida a Jimin, a veces gracias su rostro "perfecto" atraía mucha clientela femenina y el señor Hiyoshi se lo agradecía mucho, pero llegó el punto en el que Jimin comenzó a cansarse de esa vida monótona y hubo días que quería dejar su pasión por los cabellos para probar cosas nuevas, aunque el señor Hiyoshi hizo muchas cosas por él y a Jimin no le hacia mucha gracia dejar aquel trabajo. Los últimos días el joven pelirosa comenzó a tener sueños extraños que se repetían una, y otra, y otra vez.

¿Por qué estará soñando Jimin tantas veces lo mismo?

¿Por qué siempre aparece aquel hombre con facciones felinas?

¿Por qué a Jimin se le acelera todo su interior cuando ese hombre lo mira fijamente?

Él solo es un sueño ¿no es así? 

-Esto no existe, solo es parte de tu imaginación, Jimin -se dijo a sí mismo, intentando convencer su mente e incluso a aquel corazón travieso que golpeaba su propio pecho lo más fuerte posible con tal de que pudiera salir de ahí con éxito.-

Bandolerismo Marítimo  «YM»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora