Capítulo 4: Necesito salir de aqui.

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Michael.

La situación de verónica se complico y deberá quedarse conmigo ya que Kamira confiaba en Dylan para su cuidado.

— Esa gorda esta loca.- grita Deborath.

— No debiste meterte donde nadie te llamo.- le dice mi hermana Juliet.

— ¿Y tu ya dejaste de ser una zorra?.- frunzo el ceño.

— Deborath.- le advierto.

— ¿Que?, vas a seguir pensado que es virgen, la dulce Juliet que nunca a estado con un hombre, cuando la verdad es una cualquiera.- bien se acabo, la tomo del brazo muy fuerte.

— Disculparte con mi hermana, ahora.- le digo furioso.

— Jamás.- Se suelta y se va.

— Deborath, maldición Deborath.- la sigo a la habitación.— ¿Podrías llevar la fiesta en paz?.- saca una maleta.— ¿A donde vas?.- le pregunto.

— Necesito salir de aquí, iré a casa de mi hermana, no pienso quedarme aquí.- cierra la maleta.— Volveré cuando ellas se vayan.- me da un beso y se va, bajo a la sala.

— Lo siento Juliet, te pido disculpas en nombre de mi esposa.- le digo.

— No tienes que disculparte por esa, solo vine a acompañar a las chicas, ya me voy.- me abraza y me da un beso.— Cuidate y cuida a verónica.- asiento, se despide de Dylan diciéndole algo al oído, le da un abrazo a Vero y se va.

— Vamos te llevo a tu habitación, rosa la preparó.- caminamos arriba hasta la habitación de huésped, la veo distraída.— ¿Vero estas bien?.- la miro tiene los ojos cristalizados.— Hey ¿que pasa?.- la abrazo.

— No quiero que nadie más muera por mi, menos kam.- me dice llorando.

— Eso no va a suceder.- dice Dylan.
— Vero...Señorita Taylor ella es la mejor, esta muy bien preparada y capacitada, estará bien se lo aseguro.- dice.

— Eso espero.- se limpia las lágrimas.— Quisiera descansar antes de la cena.- dice.

— Claro, duerme un poco.- salimos de la habitación dejándola para que descanse.

Kamira.

Había llegado al lugar, sola, sin nadie pero armada hasta los dientes, estaba preparada para cualquier cosa, estaba en un punto clave para matarlo con mi rifle.

— Veamos, no, no, no.- no era ninguno de ellos.
— Esperen.- digo viendo sus anillo, pudo hacerse cirugía.— El maldito mando a su hermano.- venia con su familia.— Lo mato ó no lo mato.- Le daré una advertencia, le disparo en el hombro, se ponen como locos buscando de donde vino.
— Idiotas.- agarro el teléfono y marco a su número.

Inicio de llamada.

Hola Hector ¿como estas?.- le pregunto.

Fuiste tu maldita.- me gruñe.

Yo también te extraño, dime a que se debe tu visita, ¿acaso Elio te mando?.- le pregunto.

No, mi esposa tiene una presentación aquí, nos iremos en 3 días.- su esposa era bailarina profesional de ballet.

Claro ¿y sabes algo de Elio?.- le pregunto.

Nada, me aleje de el, estoy viviendo en París con mi familia.- reviso mi tablet para ver si es cierto.

Linda casa tienes en París, bueno disfruta tu estadía, te estaré vigilando.- digo.

No vas a poder detenerlo el vendrá a llevarse a esa mujer, ya sabes lo testarudo que es.- eso lo sabia muy bien.

Yo igual, lamento la herida pero no seas una nena solo fue un roce, adiós.- le cuelgo.

Fin de llamada.

Veo como lo suben a la camioneta y se lo llevan, no era la primera vez que me enfrentaba a un Coleman, me había enamorado de uno de ellos, lo tuve que matar ó el me mataría mi, el único cuerdo en esa familia es Hector, los conocía a todos muy bien, por eso acepte este trabajo no dejaría que Elio matara a otra mujer ya no, regreso a la casa, entro por detrás.

— No te muevas.- levanto las manos, cuando Dylan me apunta con su pistola.

— Sabes, esto casi me excita.- le digo.

— Nunca cambias.- niego.— ¿Que tal todo?.- me pregunta, nos sentamos en el jardín.

— Era su hermano, todo tranquilo, ¿y aquí?.- le pregunto.

— Todo tranquilo.- me dice.— Vamos necesitas dormir.- me lleva a su habitación y me ofrece su cama tenia tres días sin dormir.

La guardaespaldas 2 Terminada.Where stories live. Discover now