3

105 36 0
                                    


Dos minutos después llegamos al baño y estoy tan nerviosa y cansada de caminar tan rápido que casi no puedo hablar.

Mer me mira preocupada y al fin habla.

-¿Qué pasó ahí dentro?- Me pregunta y sé que se refiere a lo que sucedió en la cafetería.

- Nad...nada nada- Le respondo balbuceando.

-¿Cómo que nada?, tú a mi no me engañas Alma- Me dice firme y lo único que hago es separar mi mirada de la suya para que no note que le estoy mintiendo, me giro hacía el espejo y al ver mi rostro completamente en él, noto lo roja que están mis mejillas, son tan rojas cómo un tomate, abro la canilla y decido echarme agua fresca en la cara para tranquilizarme un poco, me seco con una toallita de papel y al fin decido enfrentar a mi mejor amiga.

-¿Ahora si me vas a decir qué te pasó en la cafetería?- Me pregunta de nuevo pero esta vez más tranquila, aprecio cuando se dá cuenta de que a veces necesito un poco de tranquilidad de su parte.

- No me pasó nada Mer, te juro que sólo quería tomar un poco de aire fresco- Le respondo mirándola y siento que no le estoy mintiendo, es sólo una verdad a medias, porque realmente si necesitaba un poco de aire fresco para aclarar todo lo que está pasando por mi cabeza ahora mismo.

- Sé que no es sólo eso Alma, soy tu mejor amiga, te conozco más de lo que tú crees, pero entiendo que ahora mismo no quieres contarme lo que realmente te pasa, quiero que sepas que te quiero demasiado y sabes que siempre estoy y estaré para ti- Termina de hablar y lo único que hago es abrazarla, esto es lo único que necesito ahora.

- Soy demasiado afortunada por tenerte- Le digo con todo mi corazón. No sé lo que me pasa ahora mismo, no sé lo que siento, no sé porqué me afectó tanto todo lo que dijo Nicolás, no sé porqué cada una de sus palabras las sentía tan directas a mi, creo que es mejor olvidarme de todo esto ahora mismo...si, es lo mejor.

Me separo de los brazos de mi amiga y ya siento un poco más de tranquilidad, es que sus abrazos tienen el poder de arreglarlo todo.

Me sonríe con ternura-¿Te sientes mejor pequeña?.

- Ahora si- Le respondo con una pequeña sonrisa.

Tres horas depúes, al fin terminó la última clase del día, por suerte es Viernes, necesito llegar a casa pronto y dormir unas cuantas horas para olvidarme de todo el drama innecesario que armé en mi cabeza hace unas horas atrás.

Mer y yo decidimos pararnos en la entrada de la preparatoria para esperar a nuestros padres.

- Tus padres llegaron- Me avisa ella sacándome de mis pensamientos, miro hacía la calle y claramente mis padres me están esperando dentro de la camioneta.

- Adiós- Abrazo a mi amiga mientras me despido de ella- Te llamo para que mañana tengamos nuestra noche de chicas- Le recuerdo y ella me sonríe feliz.

- Espero anciosa a que sea mañana, ya sabes que si quieres hablar de lo que pasó hoy, sólo llámame sin importar la hora.

- Lo sé, te quiero.

- Yo te quiero más hermosa- Me dice mientras me dirijo a la calle para encontrarme con mis padres.

- Hola princesa- Me saludan mamá y papá cuando ya estoy dentro de la camioneta.

- Hola mami, Hola papi- Respondo a su saludo mientras me acerco por en medio de los dos asientos delanteros para que ellos besen mi cabeza como siempre lo hacen.

-¿Qué tal tu viernes en el Colegio?- Me pregunta papá mientras enciende la camioneta y arranca.

- Muy bien la verdad- Les respondo alegre porque decidí ya no pensar más en nada de lo que había pasado en la cafetería.

Cupido si es un ÁngelWhere stories live. Discover now