Hola, viejo amigo.

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Stiles había sido invitado a desayunar.

Se reuniría con la manada y personas que no tenían ni una idea de lo oscuro que era está ciudad. Conocería a la novia. Y se sentía nervioso.

Tenía diez minutos frente al espejo. Se vistió formal, se peino el cabello y se puso colonia, pero sigue teniendo está apariencia infantil. Su abuela solía decirle que creía que era un duende. Seguia teniendo la apariencia de un adolescente. Solo una barba y bigote descuidado era lo que llegaba su cara, y lo hacía ver horrible, solo podía estar frustrado por eso, vio de primera mano como al cambio a hombre lobo afecto a sus amigos, Scott tenía la apariencia de un ratoncito y fue mordido y se convirtió en un jodido modelo de ropa interior. Incluso Jackson se volvió más guapo, como si eso fuera posible.

Stiles vio su viejo Jeep en la cochera, según le había dicho Scott en la breve llamada telefónica  que habían tenido, el auto estaba en buen estado o lo que pudiera estar, de todos modos se quedaba tirado después de media hora conduciendo.

Decidió tomar un taxi.

La boda sería el sábado a medio día pero era de esas que duran una semana. Stiles esperaba irse el domingo a primera hora, pero por ahora, tenía desayunos, almuerzos, cenas y una despedida de soltero agendadas para la semana.

El motivo de tantas reuniones eran para que la familia del novio y la novia se conocieran y fueran formando vínculos. Stiles se vio atrapado en una película romántica dónde los novios se ven atrapados en tantos problemas que deciden cancelar la boda pero que después de una persecución al final todo sale bien y viven felices para siempre.

Llego justo a tiempo al restaurante, ya varios lugares estaban ocupados y vio a su amigo. Desde lejos Scott se veía igual pero conforme se acercaba vio que era más alto, la sonrisa boba seguia siendo la misma, sus hombros eran más anchos y tenía un horrible bigote. Stiles no conocía a la novia pero estaba seguro que debía amar mucho a este idiota para querer casarse con él luciendo así. Como padrino se auto puso ser el salvador de este matrimonio y hacer que su amigo se quitará esa horrible cosa de su cara.

Aún si fuera posible la sonrisa de Scott se volvió más amplia cuando sus ojos se toparon con los suyos.
Scott corrió hasta él, que se encontraba en la puerta del restaurante anotándose en la lista de los invitados y llenando un pequeño espacio donde deseaba sus mejores deseos a los novios, y rogó que no tuviera que hacer lo mismo en cada comida o reunión previa a la boda por que se iba a quedar sin ideas para los buenos deseos para los novios.

— ¡Stiles! ¡Amigo, qué bueno que estás aquí! —y si, Scott era mucho más alto que la última ves que se vieron. Y mucho más fuerte también.

— Me alegro que te alegre pero podrías bajar la intensidad. Recuerda que soy humano y me estás rompiendo las costillas. —el abrazo fue reconfortante, Scott escondió su rostro en su cuello, supuso que para tener su olor. Por un momento tubo miedo y quiso no venir a este tonto desayuno. No sabía cómo los chicos reaccionarían ante él. Pero si su amigo estaba así de contento de tenerle ¿Quien era él para no darle el gusto? Posiblemente no se volverían a ver o quién sabe.

— ¡Oh! Stiles. Cariño. Tanto tiempo sin saber de ti. Creía que no te volvería a ver. Mírate sigues igual. —con cariño recibió el abrazo de Melissa. La mujer seguía siendo bella pero los años estaban dejando su huella en ella. Su cabello estaba pintado de un poco de gris y sus ojos adornados con pliegues que dejaban sus sonrisas. Se veía hermosa en el vestido azul cielo que traía puesto.

— Te extrañe mucho Melissa. Sigues siendo una mujer hermosa.

Lo que sorprendió a Stiles fue como la pequeña mano de la mujer fue tomada por el cazador. Cris palmeo su hombro—. Que bueno verte, muchacho.

La boca de Stiles se quedó abierta ante lo que veía. Miró de Scott a Melissa y de Melissa a Cris y de vuelta.

—¿Como? ¿Cuando? ¿Porque?

— Te has perdido de mucho amigo. Ven te presentaré a mi futura esposa y a mis suegros. —Stiles aún con la boca abierta y sin poder creer lo que vio siguió a su amigo.

Una mujer joven y bonita esperaba ansiosa dos mesas atrás. Stiles supuso que era la novia. Se veía joven y muy sencilla. Vestía unos pantaloncillos crema y una fina camisa azul, el cabello rubio estaba atado en una floja cola.

La chica le sonrió.

— Tu debes ser Stiles. Me han contado mucho de tí. Eras el humano que corrías con lobos. —no le sorprendió que supiera de lobos, ninguna relación funcionaba con secretos, pero la forma tan descuidada en la que lo dijo sorprendió a Stiles.— Soy Pamela Argent, ya sabes. La novia de Scott.

La misma expresión que hizo cunado supo de la relación de Melissa y Cris, volvió a su cara cuando vio a Scott.

— Si Stiles. Es mi prima. —y ahí estaba Allison Argent.

— Soy el único que cree que esto está mal. Amigo. Te estás casando con la prima de tu ex. Tu mamá está con tu ex-suegro. Tu ex-suegro es tu papá y tu ex-novia tu hermana y tu no-prima es tu novia.

— Bueno. Si lo pones así se oye mal pero no es exactamente así. Bueno si es así. Amigo, solo felicítame.

— Te estás casando con una cazadora.

— ¡Stiles!

— Ya, ya. Bien venida a la familia Pam. Y Alisson te ves hermosa. —abrazo a Pam y se giro a Alisson.

— Y tu luces exactamente igual, Stiles. Te odio por eso. —sonrió Allison.

Stiles le devolvió la sonrisa—. Bueno, tienen mucho que contarme, ¿Y los demás?

La boda de mi mejor amigo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora