Prologo.

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Aquella mujer bajaba rápidamente las escaleras de una manera muy acelerada, debido a que, alguien la venia persiguiendo, con cuchillo en mano.

La mujer, que era maestra en una escuela secundaria, gritaba, gritaba de una manera que podría decirte que algo andaba mal, demasiado. La persona que venía persiguiéndola llevaba una mascara que le cubría toda la cara, la mascara tenia dos agujeros en la parte alta, donde se asomaban aquellos ojos del que en uno instantes sería el asesino de Poly.

Esta apresuraba el paso en bajar mas sin embargo en el quinto escalón, tropezó con un trozo mal acomodado de madera de cedro que provenía de este, a lo cual cayo rápidamente por los 18 escalones restantes. Los gritos no hicieron esperar.

Simplemente miraba arriba la cabeza le ardía por el fuerte golpe que se llevo al caer de las escaleras, y para su mala suerte, nadie había escuchado sus gritos, como si no les importara lo más mínimo lo que le estuviera pasando a esta pobre mujer.

La mascara del asesino no tenía ningún rasgo era una mascara blanca, que solo tenia los huecos de los ojos y nariz. El asesino vestía con un chaleco negro, hecho de poliéster con un gorro que tenía pelos de decoración color café que en las puntas se ennegrecía, acompañado con un pantalón de mezclilla claro roto en la parte de las rodillas, con unos tenis rojos con blanco, una cangurera azul oscuro amarrada a su cintura, y unos guantes color negro, que tomaban el importante papel de no dejar huellas en sus instrumentos de tortura.

Poly, no podía moverse, debido a aquel inmenso dolor que sentía, el asesino se quedó en el último escalón mirándola fijamente para causarle más miedo, con sus manos empezó a jugar con el cuchillo, para después abalanzarse sobre ella sin piedad alguna, Poly pateo en la cara a su futuro asesino, pero esto solo lo retraso unos pocos segundos.

Ya que de su cangurera saco un sedante, lo suficientemente fuerte para que Poly no se moviera, pero lo suficientemente débil para que esta siga despierta y sintiera aquel carnaval de dolor que estaría a punto de festejar.

El asesino levanto el cuchillo y lo bajo rápidamente haciendo presión en el estomago de aquella maestra, aquella maestra que tenia una actitud arrogante y esclavizaba a sus alumnos, ya que sin o los obedecía les bajaba puntos o simplemente los reprobaría, desde los ojos de aquel asesino, lo que hacia era un favor al mundo, por quitarle la vida a un ser inservible que solo traía desesperación, sin embargo el pronto se las traería a muchas personas más.

Poly no podía parar de gritar, debido al inmenso dolor que sentía en su estómago. El asesino levanto nuevamente el cuchillo y apuñalo nuevamente a Poly, después lo hizo otra vez, y otra vez, y otra vez a si hasta que esta dejo de gritar. El piso que antes era de madera de abedul que impregnado de aquel liquido color rojo carmesí.

Con sus dedos tomo algo de la sangre que estaba en el piso, y dibujo una sonrisa en la mascara blanca que poseía. Tomo nuevamente el cuchillo y apuñalo a Poly una ultima vez para después hacer un corte largo, haciendo que el estomago de esta quedara abierto de par en par, sus tripas estaban expuestas, el asesino solo reirá desquiciadamente.

Para después huir por la ventana que daba al jardín trasero, ya que se escuchaba una sirena de policía acercarse rápidamente.

Entre Nosotros.Where stories live. Discover now