-Juguemos una partida , querida -le dijo aquel hombre a la muerte- siempre he sido de cumplir mis promesas. Si ganas, me iré contigo , más lo que yo pido no es tu alma ni tampoco tu suerte .
- Da igual lo que pidas , tú alma tiene ya nombre y castigo - respondió la muerte.
- Muy confiada te veo . Acostumbrada a ganar en tu juego, tú que no distingues entre capa y espada, entre siervo o señor ; no conoces la derrota. Hoy nos retaremos en un tablero de ajedrez.
Comenzó la partida. Enfrentaba el talento contra la experiencia. La muerte no conoce derrota, más hasta el momento , aquel joven tampoco. Fue una batalla intelectual que llevó a los dos a la extenuación . La diferencia de experiencia era notable , el joven se apresuraba y cometía errores ; que la muerte , segura de su victoria, no dejaba sin castigo.
Pero el ingenio del mortal , conseguía sorprenderla y la partida duró años.
- ¿Por qué prolongas esto? -preguntó la muerte.
- Solo necesito tiempo.
- ¿Ese es tu deseo ? ¿Prolongar tu vida y tu sufrimiento ? Pues , ¿qué te queda ?
- Yo no busco premio a esta partida, pues si este tiene que ser mi final , lo será;pero ansío encontrar algo en mis recuerdos por lo que haya valido la pena mi vida.
La muerte cesó su interrogatorio y miró, con sus vacías cuencas , su vacío corazón. El joven tenía un juego muy arriesgado que solía desproteger a su rey , lo que le forzaba a sacrificar sus propias piezas para salvarlo , y aunque fue una partida reñida , quedaron un rey y una reina contra todo un ejército.
- No puedes derrotarme, ríndete . Ya has ganado tiempo suficiente y aún no le has dado sentido a tu vida . Empieza a asumir que no lo tiene.
- Quizá tengas razón , más me queda la única pieza que aprecio.
- Un rey necio e insolente, culpable de la desolación en tu tablero . Ese rey , eres tú. Osaste retarme a una partida , la arrogancia humana te hizo creer que podrías trascender a la eternidad ; y por consecuente , a mí , la muerte.Estúpido rey arrogante, culpa tuya es la muerte de tus soldados, pues ellos murieron por ti , mientras tú sólo ganabas tiempo. Juegas con la vida de tus piezas como si de solo eso se trataran, más aquí en el infierno, el juego es un tanto diferente. Tus piezas , parte de ti , albergan tu memoria y una parte de tu alma. Ahora casi perdido en la oscuridad , apenas capaz de tenerte en pie , no recuerdas ni tu nombre ,viajero . De nuevo , es tu arrogancia quien te mantiene en pie. Tu falsa esperanza de ganar este juego me divierte.
- Como ya dije en su momento, no es ganar lo que busca servidor, pues la pieza de la que hablo no es el rey , ni mucho menos , sino la reina . ¿Por quién se erigió este juego de caballeros? Donde la dama es más versátil , la reina es implacable.Más aunque es objeto de mi respeto,no es por su poder,es por su importancia;pues si de 16 piezas , 15 soy yo, la sobrante es mi reina , la única que aún siendo parte de mi , nunca fui yo.
- La muerte cesó su burla. Golpeó la mesa ofuscada.- Juega pues y demuéstrame lo importante que es esa reina para tu victoria.
El joven sonrió y apoyó su índice sobre La Corona del rey. Se tomó unos Segundos y con una sonrisa , lo abatió de un golpe . Esto significaba que el mortal se rendía , y que la muerte ganaba su alma . Dejó el campo de juego desolado con solo una reina en pie, la cual se agachó y recogió con todo su amor . La miró y apretó con su pecho mientras bordeaba la mesa hasta situarse justo detrás de la silla de la muerte . La rodeo con ambos brazos como si fuera a abrazarla y mostró la pieza a un palmo de sus cuencas.
- Parece que lo has encontrado .
- Sí, aunque la encontré hace mucho tiempo . Cuando has dicho que estas fichas eran mi memoria , he caído en la cuenta de que solo ella podía ser mi reina . Si hubiera seguido jugando con ella , sería un rey sin reino, pero aún más importante, un artista sin musa. El rey , siendo yo , era mi parte arrogante y vanidosa, ahora que he podido deshacerme de ella , el único sentimiento que alberga mi pecho, es mi reina ;mi amor. Un sentimiento tan puro que no volveré a sacrificar ni por mi propio rey.
A aquel joven le brotaron alas, grandes y blancas, que empezaron a agitarse y le levantaron unos palmos del suelo.
- ¿Qué está pasando ? ¿Por qué alzo el vuelo ? He perdido , mi alma es tuya ahora.
- Tu alma mortal , manchada por la deshonra y tus malas acciones ha sido purgada en esta partida ; pues ahora solo queda en ti amor por esa muchacha. Un alma negra como mis ojos , repleta de piezas oscuras , ahora solo conserva la única ficha que era luz. Y no puedo condenar a un alma así al sufrimiento eterno. Irás al cielo .
- ¡ PERO YO NO QUIERO IR AL CIELO NI AL INFIERNO, YO QUIERO IR CON ELLA!
La muerte agarro mis mano, mis alas tiraban de mí hacia arriba y ella hacía fuerza para que no me fuera.
- Tú que te has ganado el cielo , pero amas lo terrenal ; aún queda en mi mano concederte un deseo . ¿Qué es lo que quieres ?
- Córtame estas alas y devuélveme a la Tierra, devuélveme con ella .
- Esta partida ha durado años , tú cuerpo está descompuesto , no podría devolvértelo aunque quiera.
- ¡Eso me da igual ! Mándame como otra alma en pena. Pero mándame cerca . Vagaré por el mundo hasta encontrarla , aunque ya no pueda tocarla . Vigilaré sus pasos para que ninguno sea en falso y cuidare su corazón.
- Si así lo deseas ,que así sea.
La muerte agarro su guadaña y cortó sus alas . Después lo devolvió a la Tierra .
Nunca más pudo tocarla , pasó la eternidad velando por su amada. Nunca más pudo hablarla . Nunca más pudo besarla . Pero nunca más la dio la espalda.
"Sabes que si me necesitas , aquí estoy"
