Des esta obsesionado con Leo, y no dudara en quemar París para hacerlo suyo. Crossover Jorobado de Notre Dame, Songfic.
Portada por Sunako, regalo atrasado para ella y participa en el reto Villanos
"Regalo a @Morachan_Sunako,participa en el reto #Villanos"
Las campanas sonaban en la catedral de Norte Dame, la iluminación del recinto era tenue, solo acompañada de los cirios que servían para adorar a los santos, y la luz que atravesaba los vitrales, uno de color rojo con la virgen María lo veía acusadora, en el fondo la chimenea calentaba el recinto, a pesar de su capa color bermellón el frio le calaba los huesos, el sonido de la madera crujir no era suficiente.
Sabiendo que sus pecados eran demasiados para ser confesados a un simple diacono, Des Frollo veía la mascada de seda sobre sus manos, morado con pequeñas estrellas doradas, un gitano, un vil y mundano hombre de piel morena y ojos color selva lo había embrujado.
Un hechizo era lo único que se le ocurría para justificar el porque no dejaba de pensar en ese cadencioso baile, aun podía observar como el gitano desde el escenario les sonreía a todos los espectadores, mientras golpeaba las panderetas en su cadera, la seda de su traje de color rojo era un sutil recordatorio de lo pecaminoso del acto que se llevaba a cabo.
Los hombres y mujeres apoyaban aquel acto que se presenciaba ante sus ojos color ámbar, él era el juez más poderoso de Paris, no tenían por que aguantar aquel estúpido festival, pero debido a su posición dentro de la corte, debía de dar validez aquel circo.
Y como acto principal aquel gitano de nombre Leo deleitaba a todos, y atrevido como solo eran los de su clan, se acerco a él y con aquella mascada envolvió su cuello, quedando tan cerca de su cuerpo, provocándole una enorme excitación.
Él, Des, excitado por un hombre, y sobre todo un gitano, aquello no tenia perdón, el pecado era demasiado, a sus años de servicio a dios y ahora enamorado de un asqueroso gitano. Cerro su puño en frustración.
El juez comenzó a cantar mientras veía las llamas arder, imaginando como si aquellas estuviesen envolviendo su cuerpo en el infierno que arrasaría con su corazón:
Beata María, tú sabes que hombre recto soy,
que orgulloso lucho contra el mal.
Beata María, tú sabes que muy puro soy,
no como el vulgo débil y banal.
Imagino a todos los hombres observando extasiados el cuerpo moreno de su gitano, si "suyo" por que de no serlo él tendría que hacerlo pagar por ellos. Pero eso lo hacía sentir con culpa, una parecida a la sufrida a la de haber matado aquella gitana y quedarse con el aquel deforme que tuvo que nombrar, como hijo, en un acto de piedad.
Entonces, María, di por qué su danza veo
y sus ojos como llamas son.
Lo veo, lo siento.
Su pelo negro tiene sol,
me quema y así pierdo la razón.
Y como si pudiera sentirlo en sus manos comenzó a acariciar aquella mascada entregada por el gitano, sintiendo como si aquella tela de color morado con estrellas doradas fuera el cuerpo de aquel hombre y pudiera tenerlo entre sus dedos, sabia que estaba condenado. No podía dejar de pensar en los dígitos del gitano paseándose sobre él, en su figura ante ese baile, su aroma que quedo impregnada en aquella delgada seda.
Cual fuego de infierno,
me quema el corazón.
Impuro deseo,
maldita tentación.
Supo que ahí iría a parar, el infierno, porque su mente estaba dominada de deseo, por tenerlo y acariciar aquel crespo cabello negro, el sudor perlaba su frente, la corte lo vería como un degenerado, su castigo seria peor que la ahorca, pero no, él no era culpable, era un embrujo, un sortilegio puesto sobre él. Las miradas de figuras imaginarias lo señalaban, mientras Des imaginaba los labios de Leo sobre los suyos, en una danza de lenguas que era digna del diablo.
Mi culpa no es, si me embrujó
Fue él gitano quien la llama encendió
Mi culpa no es, si he actuado mal,
pues es más fuerte el demonio que el mortal.
Se hincó frente a la chimenea y pudo notar la figura de aquel cuerpo dibujarse en las llamas, su capa le pesaba, y la mirada de ojos verdes se plasmo en los suyos, le sonreía, no era posible que fuera tan prohibido aquel sentimiento, el solo era un triste y solitario juez, pero era un hombre que sentía deseo por otro, el pecado, la cu
Protégeme, María, de éste, su hechizo cruel,
sino su fuego a matarme va.
Destruye a Leo, que pruebe el fuego de Luzbel
o deja que sea mío y mío será.
El cuerpo del gitano se amoldaba perfectamente al suyo, podía sentir su aliento en su rostro, susurrando palabras desconocidas en su oído, sabia que tarde o temprano estaría en su alcoba, así fuera a la fuerza, las llamas se incrementaban, y el chistar de la madera resonaba en su oído. El pensamiento de aquel sabor de su piel, de su corazón palpitar desbocado al sentirlo.
Hay fuego de infierno.
Gitano, escogerás
o a mí o a la hoguera.
Sé mío o arderás.
No quería deshacerse de él, pero la carga social de París estaba encima, tenia que hacerse de su cuerpo, profanar aquella piel morena, escucharlo jadear entre sus sabanas, estaba avergonzado de sus pensamientos, pero no se arrepentía, la erección calaba en él, podía sentirla atreves de sus pantalones de terciopelo, la capa era demasiado, estaba asfixiándolo, el calor de la chimenea alrededor, sofocado abrió una ventana y pudo sentir su liberación
Ten piedad de él
y ten piedad de mí.
El mío será
o a arderá.
Faltaba poco, solo tenia que atraerlo, así fuera lo último que hiciera, uno de sus soldados entró al recinto, y le dijo lo que el ya temía, Leo había escapado de la iglesia, de Notre Dame pero sus hombre lo encontraría, lo juró por Dios, y la virgen María.
Leo estaría en su lecho, o moriría.
Estaba escrito, así y nadie lo detendría, y así Des fue a su búsqueda, pronto la corte de los milagros seria desecha, y el gitano caería en sus garras.
Fin.
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N.A. Dedicada a Moracha, un regalo atrasado, espero lo disfrute, Claude Frollo es mi villano favorito de Disney; Saludos.
