Un pequeño despiste

319 1 0
                                    

MAGDA

Me levante desperezándome, había vuelto a pasar una mala noche y ya llevaba tres pero con la diferencia de que hoy le tocaba trabajar.

No había vuelto a ver a Alex desde la mañana del sábado que habían estado desayunando, al parecer este no había vuelto a su casa todavía, eso la mantenía mas tranquila, no le apetecía verlo, o sí... En el fondo le daba igual, ya lo había decidido se resumía en indiferencia.

Corrí a vestirme antes de que llegara Arancha, esta ya había acabado todos los exámenes, y me haría de niñera durante todo el verano antes de marcharse a la universidad, después tendría que llevar al pequeño a la única guardería que había en el pueblo.

Justo cuando estaba poniéndome ha hacer el desayuno, sonó el timbre.

-Buenos días- dijo Arancha entrando contenta en casa

-Estoy preparando el desayuno, te apetece?-le pregunte

-Si, prepárame lo mismo que te hagas tú, por cierto no te he visto en todo el fin de semana y ayer no pude venir ver a mi pequeñín-dijo esta dirigiéndose a la habitación de Joel –madre mía pero si ha crecido y todo.

-Si chica, en dos días a crecido un montón- le dije sarcásticamente.

-Tu mama no lo entiende, pero a que si que has crecido pequeñín?-iba hablándole al pequeño que ya llevaba en brazos sacándolo de la habitación..

-Por cierto esta mañana tengo que salir, tengo una cita con otro posible cliente, parece que ha corrido la voz, son pocas las tareas que me encargan pero si sigo haciendo mas clientes tendré mucha faena.

-Espero que tengas suerte, por el pequeño no te preocupe, lo cuidare muy bien, por cierto ya lo tienes todo preparado para el domingo?-pregunto Arancha

-El domingo..., No! Se me había olvidado- Dije angustiada- Ahora, encima tengo que acabar de prepararlo todo, me ayudaras, porfi?

-Claro que si tonta, como has podido olvidarlo?, yo estoy entusiasmada con ser la madrina de Joel, además la señora Araceli y yo ya tenemos preparado lo que vamos hacer de comer, hasta hemos pensado en colocar la mesa en medio de la calle

-Yo... solo pensaba hacer un pequeño aperitivo en casa, no se si será excesivo, cortar la calle...-respondí

-No molestaremos ha nadie total has invitado ha todos los vecinos, bueno, a todos... todos... no, pero después de lo del viernes no creo que se digne ni a mirarnos.

-En cuanto a eso...-me callé de golpe, no sabia que contarle.

-Te ha vuelto molestar?- pregunto asustada.

-No, en realidad vino el sábado por la mañana a disculparse-contesté

-Todavía no logro entender por que lo hizo, que te dijo?-dijo mas calmada

Le expliqué todo lo que el me había contado de la hermana y que se sentía muy mal por haberme comparado con lo que había hecho ella, pero decidí no decirle nada sobre la salida a desayunar, supongo que mas tarde o mas temprano se enteraría, era un pueblo pequeño, era inevitable.

-Por cierto a donde podría ir a comprar unos regalitos para los invitados?, no conozco ningún tipo de tiendas de esas aquí en el pueblo- quise cambiar de tema.

-Ha, tampoco te preocupes por eso, solo tienes que prepararme unas fotos del pequeño y yo haré unas manualidades para colocarlas.

-Entonces yo que es lo que tengo que preparar?- Le pregunte, ya que vi que no quedaba nada mas por hacer.

-Bueno en realidad no tienes que preparar nada, solo me tendrías que llevar a la capital en coche, a comprar globos y banderolas y comprarte un vestido bonito, el del bebe ya lo tengo yo preparado- Contestó esta entusiasmada.

-Pero si solo vamos a ser siete personas y el bebe, de verdad es necesario?-le pregunte

-Seremos ocho, no? no vas ha invitar al vecino, ahora que se han arreglado? Y si! mi ahijado se merece esta fiesta y mas, además que cumple su medio año de vida y eso también hay que celebrarlo- dijo Arancha intentado que su voz sonara con indignación.

-Esta bien, esta bien..., mi pequeño se merece una gran fiesta- dije intentando acabar la conversación- Esta tarde te acercaré a la ciudad y compraremos todo lo que haga falta.

-Y al vecino lo invitaras?- preguntó, no dando por zanjado el tema.

-Lo dejo todo en tus manos- le declaré dándome por vencida y me encerré en el despacho.

Me desplome en la silla resoplando.

Ya no se si había sido buena idea dejarlo todo en sus manos, Si! Seguro que no se atreverá a invitarlo, aún así, seguro que no se atrevería este a venir, no después de lo del sábado. Fue un tonto coqueteo entre ambos y seguro que él se arrepintió al momento, al igual que yo, por eso se marcho tan rápido.

Si! Me convencí a mi misma y me dispuse a trabajar.

Después de una mañana muy ajetreada y contenta de haber conseguido otro cliente nos subimos los tres en el coche para dirigirnos hacia la ciudad, decidí que pararíamos a comer de camino para celebrarlo.

Después de comprar todas las banderitas, globos y otros artículos de decoración ( que habían suficientes para decorar el pueblo entero) me obligó a entrar en una tienda de ropa.

-Mira este vestido celeste que bonito- exclamó entusiasmada –ten pruébatelo, y esto, y esto también.

Me arrastro al probador con un montón de ropa que yo no necesitaba, pero en fin, si le hacia ilusión, me la probaría.

-Es perfecto, estas preciosa- exclamó cuando me vio salir del probador con el vestido celeste.

-Lo encuentro demasiado elegante, ni si quiera vamos a un restaurante para poder lucirlo- le expresé dubitativa .

-Eso no importa- contestó

-Es el bautizo de mi ahijado, se merece lo mejor- dijimos las dos a la vez riéndonos.

Me convenció de comprarme también otras prendas, y me sentía exhausta, después de salir de la tienda  nos fuimos a tomar un helado, ya me había pasado totalmente de mi presupuesto económico y no quería pensar en ello, seguro que un gran helado de chocolate me haría olvidarme de todo.

O casi todo...

.

Partiendo de zeroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora