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En la cena...

Kirishima Zen es consciente de que no lo está haciendo bien, sabe que sentarse a la mesa junto a Sakura no ayuda en nada a sus problemas con Yokozawa, no tiene intenciones de volver a pelear con él, pero ahora mismo no quiere pelear con ella.

- No vas a comer cariño

- Estoy comiendo

- No, no has provocado bocado... ¿en qué piensas?

Kirishima la observa y decide sonreírle, no puede responder a esa pregunta, a lo que piensa en ese momento, a Yokozawa enfurruñado en una esquina de su cama, a Yokozawa negándose a besarlo, a Yokozawa rechazándolo, piensa en eso, en la molestia que supone el carácter caprichoso del azulino, esas quejas constantes y esos reproches sin sentido, Yokozawa ya debería saber que Kirishima tiene novia, y Kirishima se lo piensa, pero responde que se distrajo pensando en el partido, no menciona que Yokozawa estará ahora furioso.

Porque Kirishima Zen está convencido de que Yokozawa Takafumi no va al cine.

Porque Zen calcula el tiempo para terminar la comida y visitar los dormitorios de la universidad, pero los cálculos fallan de inmediato.

- ¿Qué dices mamá?

- Que quiero ir al cine, hace tiempo que no vamos juntos

- Claro, vamos después de comer – Sakura sonríe con ilusión y Zen se traga la comida que le sabe áspera, pero acepta.

- Está bien – sonríe – voy a llevarlas al cine.

*

*

*

Yokozawa

Abro el libro y leo a mi madre escribirle a él y quiero decirle que yo también lo quiero, quiero decirle que me esfuerzo para que Zen me quiera, pero no resulta. Y si me preguntara le diría que no es suficiente, que no quiero besarlo en la cama por quince minutos antes de que se vaya, si me preguntara le diría que me duele cuando ella lo llama, le diría que quisiera tomar su mano y es inútil. Me visto casi mecánicamente, me miro en el espejo me parece que no soy yo, me parece que es otra persona, una persona desdichada que deja que la lastimen... en definitivo no soy yo. Yo no dejaría que alguien me lastimara.

Claro... pero soy yo y estoy de camino al cine conmigo mismo, con nadie que me tome la mano, sin nadie que meta mano en las palomitas de maíz, sin nadie que se siente a mi lado.

Corro al escuchar la llamada, mi corazón se acelera tan pronto, como pronto se para, no es él.

- Hola – mi vos suena hueca

- Hola... Yokozawa...mira... - es silencio se queda en la línea telefónica hasta que él suspira - mira no entiendo que pasa ¿hice algo?

- ¿Algo como qué?

- No lo sé, llevas semanas sin hablarnos, y entiendo que tú y Yakima se enfadaron por ese asunto de Kirishima, pero no sé porque ya no hablas conmigo

- Que más te da Masamune

- Pues... me gustaba salir a correr contigo y estaba bien salir a comer y ahora de nuevo estas solo o estas con él y no tiene sentido... somos amigos

Amigos...

¿lo somos?

Me quedo quieto y callado, y recuerdo que... recuerdo que él está comiendo con su novia en casa de sus padres...

Camino al DesastreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora