Mark y Sammy

1.8K 67 26
                                    

Nuestro silencio se extendió más de lo habitual, convirtiéndose en algo incómodo. Rara vez sucedía que no me abrumases con tu verborragia matutina entonces levantas la vista y abres la boca, para luego cerrarla sin decir nada. Miras hacia un costado, como si buscases algo, colocas tus manos en los bolsillos del saco,  entonces tomo ese simple gesto como una señal que vengo aguardando desde hace mucho tiempo, muchos más del que me permito aceptar. Ahora solo puedo pensar en lo que debería hacer, en lo que quiero hacer. Me acerco a ti, casi como pidiéndote permiso. Porque estoy a punto de romper la ilusión que se ha situado entre nosotros y no estoy seguro de lo que sucederá luego. Todo mi cuerpo tiembla, con movimientos incontrolables que espero que no notes, doy un paso más hacia ti. Cruzando esa franja imaginaria que nos separa, entonces allí es donde tú levantas la mirada que no hacia contacto con la mía, según creo, deliberadamente. Me observas con el ceño fruncido, inmóvil.  Mis manos heladas producto del miedo te rozan el mentón y allí es donde termino de descolocarte, noto que vas a hablar, probablemente a decir algo que me persuada de la decisión que ya he tomado y que tu lees claramente en mí, asique me aferro al poco valor que me queda y te beso.

Ante el contacto de mis labios, noto como los tuyos se tensan, la idea de alejarme cruza mi mente, pero ya he puesto demasiado en juego asique término de apostar lo poco que me  queda. Tomo tu cara con ambas manos y la encuadro. Mis labios te besan con una suavidad que no creía tener, y pienso que por fin reaccionas a mi contacto. Siento como me quedo sin aire, porque tus labios saben mejor de lo que alguna vez imagine, cálidos y suaves. Hechos para mí.

 Pero debió de ser mi imaginación porque poco después percibí como te alejabas, llevándote contigo parte de mí. Sin estar preparado siento el golpe seco de tu mano en mi mejilla. Jamás pensé que esa pequeña y perfecta manito podía causar tanto dolor inmediato, pero no fue eso lo que me deshizo sino que al levantar la vista y vi tus ojos vidriosos mirándome, y sentí como todo a mi alrededor se desvanecía. Yo era el culpable de esas lágrimas que aún no caían pero que lo harían en unos segundos más tardes. Asique hice lo único que me quedaba por hacer, dejarte mi pañuelo y dar media vuelta.

 Mientras que caminaba por la calle casi dando tumbos mantenía conversaciones en mi llenas de reproches. Tú mirada llena de decepción volvían a mí para atormentarne.  De alguna forma la vida como hasta ese momento la conocía, donde te tenía a mi lado, quizás no de la forma que yo quería se había disuelto. Te había perdido, porque sabía que no había forma de que JAMÀS volviésemos a lo que éramos unos minutos atrás. En el momento en que tome consciencia de eso fue cuando tus manos me tomaban del cuello de la campera, me hacían girar en redondo, me acercaste a ti y me besaste. De a poco me hiciste volver a la realidad, con tus manos enroscadas en mi cuello, con tu aliento de pronto en mi boca, con tu lengua, mucho más ávida que la mía,  buscándola para encontrarla y enseñarle de que se trataba besar. Te rodeo la cintura y te acaricio la espalda con la mano bien abierta, para luego subir hasta tu cabeza y hundir mis manos en tu enmarañado y precioso cabello.

 Consciente de que probablemente ya no pueda controlarme más, te alejas un poco y veo que tienes los labios enrojecidos. Sonreí porque me gustaba saberme culpable de eso, pero tú no lo comprendiste, creíste que me burlaba de ti, porque me dijiste "Tu empezaste" levantando un hombro para quitar importancia y vuelve a colocar tus manos en los bolsillos sin dejar de dibujar una sonrisa perfecta llena de complicidad, giras y te vas por dónde has venido.

.

Tú empezasteWhere stories live. Discover now