Valentina hablaba con la voz entrecortada, estaba a punto de llorar pero no quería hacerlo, no delante del hombre que amaba.

José Miguel: lo entiendo, sólo espero que me disculpes.

José Miguel se retiró y Valentina empezó a llorar.

Gabriela y Horacio hablaban del gran problema de sus amigos.

Gabriela: yo sólo espero que a mi amiga se le resuelva todo, ella no merece sufrir más y menos por José Miguel.

Horacio: pero si el la adora.

Gabriela: el amor también lastima, tú sabes muy bien que él se equivocó.

Horacio: pues sí, pero los matrimonios tienen sus altas y bajas, pos ojala y esto reafirme su amor.

Gabriela: yo no estaría tan segura.

Analia llegó un poco tarde a su casa y encontró todo patas arriba.

Analia: me puedes explicar que sucede? Porque todo este tiradero?

Martina: me corrieron de la escuela, todo por culpa de la maldita Villalba y sus mocosos.

Analia:  tu quisiste hacerles daño y mira como salieron las cosas, esto son las consecuencias de tus malas intenciones.

Martina: ya cállate! Olvidaba que siempre sales con tus sermones de santa.

Analia: no soy santa, simplemente soy consciente que quien actúa mal, pues mal le va, dime una cosa, con todo esto lograste amarrar a José Miguel?

Martina: no! Él parece tener sólo ojos para su esposa, pero no me quedaré de brazos cruzados.

Analia: que piensas hacer?

Martina: no lo sé pero él va a ser para mí, lo oyes, para mi nada más.

Analia: tu no aprendes, sólo deseo que no te des tan fuerte en la cabeza por terca, déjalo ser feliz.

José Miguel se acostó en su cama y cuando Valentina Salió del cuarto de baño lo encontró aparentemente dormido, lo observó e intentó acercarse y tocarlo pero retrocedió se acostó al otro extremo de la enorme cama dándole la espalda.

Ambos estaban despiertos pero ya ninguno sabía que decirle al otro, aunque se amaban su orgullo los separaba.

Al día siguiente Valentina llevó a los niños al Kinder, les explicó que tendrían otra maestra pues aún seguían ansiosos por todo lo sucedido días anteriores.

José Miguel regresaba de los sembradíos y se cruzó en la entrada de la hacienda con Martina.

José Miguel: que haces aquí?

Martina: es que necesito hablar contigo, es importante.

José Miguel: de qué? De cómo maltrataste a mis hijos?

Martina: eso no es cierto.

José Miguel: ah no? Vi los videos Martina, estoy al tanto de todo lo que realmente pasó.

Martina: claro, seguro fue tu esposa quien te contó todo a su conveniencia!

José Miguel: No Martina, ella no es tan mal intencionada como tú, es una lástima que tu hayas cambiado tanto y ahora seas una mujer resentida.

Martina: yo te amo José Miguel.

José Miguel: pero yo no! Metete eso bien en la cabeza.

Martina: dime que te dio ella para tenerte así? Porque yo puedo ser mejor.

José Miguel: no se trata de quien es o no mejor, se trata de sentimientos y yo me enamoré de ella por ser la mujer que es.

Martina: Altanera y con aires de superioridad?

José Miguel:Tú no conoces a  Valentina, es cierto que tiene carácter pero es buena y sincera, se preocupa por los demás antes que por ella misma, algo que evidentemente tú no conoces, porque eres  egoísta.

Martina: no digas eso, por ti puedo cambiar.

José Miguel: Martina, es mejor que te vayas.

Fernando logró entrar a la hacienda y en la puerta principal se cruzó con José Miguel y Martina.

Fernando: Buenos días!

José Miguel aunque extrañado respondió al saludo.

José Miguel: Buenos días!

Fernando: es la hacienda de Valentina Villalba?

Martina: si la dueña de todo San Pedro!

José Miguel: Martina!!! Por amor de Dios; si quien la busca?

Fernando: mi nombre es Fernando Olivares.

Valentina Bajó de su camioneta y al ver aquella "Reunión" se acercó.

Valentina: Buenos días!

Fernando dio la vuelta.

Fernando: Hola Valentina! Buenos días...

SOY TU DUEÑA 2Where stories live. Discover now