1 - Stop the time

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Claro, excepto cariño y atención por parte de ellos.

Se la pasaban de viaje y desde pequeña había tenido una niñera, Paula. La cual ha cumplido el rol de madre durante toda mi infancia, mientras mis padres me dejaban muchísimo dinero para gastar en lo que me de la gana, pero lo cierto es que yo solo era una niña que necesitaba a sus padres, los cuales estaban dos días a la semana máximo.

En mi adolescencia fue cuando lo pasé peor, porque no me iba muy bien con el tema de socializar en el instituto, ya que las personas me vivían haciendo bullying por ser bisexual, ya que en esa época no estaba muy aceptado que te gustase una persona de tu mismo sexo.

Nunca voy a olvidar el día en el que todo el maldito Instituto se enteró que era bisexual. Tenía dieciséis años y estaba 'enamorada' de una chica de último año, la cual era mi amiga, o eso pensaba yo.

Estuve muchísimo tiempo buscando mil maneras de decirle lo que sentía, hasta que un día me atreví y lo hice. Su reacción fue reírse de mi e insultarme con el término "bollera" "lesbiana de mierda" "enferma" y muchísimos otros insultos que mejor no decirlos.

Viví un infierno durante años en ese Instituto. No tenia ningún amigo, estaba completamente rodeada de homófobos, y las personas que no lo eran no se juntaban conmigo por pena, porque claro, yo era la 'rara' del instituto, la que no tenía amigos y de la que todos se reían.

Con el tiempo me acostumbré a estar sola y que las personas me insulten o me dejen notas amenazantes en mis casilleros, y cuando por fin terminé el instituto, me mudé para Madrid.

A pesar de haber pasado por todo aquello, hoy en día no me sentía sola. Vamos, que tampoco tenía mil amigos pero eso para mi no era realmente importante, prefiero calidad a cantidad.

María es mi mejor amiga y secretaria de mi empresa, en realidad, cumplía varios roles. La he conocido hace aproximadamente tres años y dejarla entrar a mi vida fue una de las mejores decisiones que he tomado.

No solía abrirme con las personas, pero con ella todo era fácil porque nunca me juzgaba. Al igual que Miki, un chico que conocí una noche que salimos con María a un bar. Al principio me había parecido un agrandado y me recuerdo que me caía super mal. A veces recuerdo eso y me entra la risa porque en ese momento no me daba una idea de que él se convertiría en una persona tan cercana a mí.

Además de escribir, también me apasionaba muchísimo hacer fotografías, y a mis padres no se les ocurrió nada más ni nada menos que construirme una maldita empresa, y con bastantes contactos por parte de ellos, tengo todo lo que tengo hoy en día.

No estoy orgullosa de mi misma por aquello, ya que no ha sido ningún mérito mío todo lo que tengo ahora mismo sino que gracias al dinero de mis padres, los cuales no veía casi nunca. Vamos, que de eso ya estaba bastante acostumbrada.

Como se podrán imaginar, son unos homófobos de mierda, 'tradicionales' así es como se hacen llamar. Puta pena me dan, para que mentiros. Cuando les conté que era bisexual me dijeron que era una etapa, sin más, nunca más volvimos a hablar de aquello.

Cada vez que mis padres vienen a visitarme lo único que hacen es preguntarme si ya he conseguido novio, y cuando les digo que no, empiezan a reprocharme que ya tengo 23 y que tengo que sentar cabeza y darles un nieto, lo que me parece totalmente ridículo.

Si supieran que me follo a muchas de mis modelos les daría un infarto mínimo.

No tenía pareja porque no servía para ello, es decir, me aburría rápido de las personas y lo único que hacía es pasar la noche y ya. La mayoría de las veces las modelos se me insinuaban y simplemente me acostaba con ellas y, al día siguiente éramos jefa y empleada, sin más.

CORASHE | albalia.Where stories live. Discover now