Segunda parte.

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LEY DE LA VIBRACIÓN:

Todo en el universo está en constante movimiento, todo vibra.

Desde lo más pequeño que forma la materia como son los átomos y sus partículas (electrones, protones, neutrones, incluso otras aún más pequeñas) hasta los planetas y galaxias están en constante movimiento el cual llamaremos vibración.

Según a que velocidad se genere esta vibración llamaremos vibraciones de alta frecuencia o baja frecuencia.

Definición exacta de frecuencia: La "frecuencia" es la cantidad de vibraciones que se dan dentro de cada onda, en un determinado tiempo.

Nada está estático, todo está en permanente cambio.

La música, los colores, los pensamientos, las emociones todo genera su propia vibración... Los pensamientos negativos generan una vibración de baja frecuencia y obviamente por ley de correspondencia eso atraeremos.

Por el contrario, los pensamientos, emociones y sentimientos positivos generaran vibraciones de alta frecuencia. Y por tanto atraeremos su igual.

Todo tiene su equilibro, es casi imposible por no decir imposible (ya que no me gusta esa palabra) permanecer siempre en la misma frecuencia, ya que como hemos dicho estamos en cambio permanente, pero si podemos intentar mantenernos en un punto neutro y oscilar la balanza a la frecuencia alta.

Al menos es un alivio ya que significa que tampoco podemos estar de forma permanente en la frecuencia baja.

Cada persona o cosa posee determinada rata vibratoria.

En el campo espiritual la vibración se manifiesta en forma de onda de alta frecuencia. Toda materia, obedeciendo a la Ley de Vibración ejecuta dos movimientos rotatorios, uno en el cual gira sobre sí misma, atrayendo hacia su centro y otro en el cual, rota alrededor de algo, irradiando hacia afuera.

Nosotros por Ley de Vibración atraemos e irradiamos.

Cuando atraemos algo o a alguien hacia nosotros estamos usando, conscientes o inconscientemente una energía que se llama MAGNETISMO; somos como un imán, estamos atrayendo, halando hacia nosotros.

Al mismo tiempo y por Ley de Vibración, también estamos irradiando desde nosotros hacia fuera, esa misma energía magnética.

El que sólo pretende atraer hacia sí, hacia su centro, o sea, "el egoísta", ése tiende a la vibración baja, no irradia, sólo atrae hacia su centro y siempre atrae su similar. (más experiencias y personas de su misma vibración).

En cambio, el que al usar la Ley de Vibración usa también y en forma equilibrada la fuerza de irradiar hacia fuera, trata de dar y de darse a sí mismo, irradiando hacia el mundo y hacia todo lo que lo forma todo el bien que puede, esa persona, ira avanzando, evolucionando.

Por la tanto irradiemos lo mejor de nosotros para que la vida y las personas que nos rodean atraigan hacia nosotros lo mejor de ellas.

LEY DEL RITMO:

La ley del ritmo se podría llamar la ley de los ciclos...

Esta ley o principio nos dice que: "todo fluye y refluye", todo tiene sus periodos de avance y retroceso, todo asciende y desciende y la medida de su movimiento hacia la derecha es la misma de su movimiento hacia la izquierda.

La vida sigue un flujo natural y perfecto, en la naturaleza se ve fácilmente con las estaciones, los ciclos lunares, la rotación, la traslación...

En el hombre y la mujer, también hay etapas o ciclos bien marcados.

El niño crece, se vuelve adulto, "se reproduce", envejece...

La mujer y sus ciclos menstruales también muestra esta ley del ritmo.

Etapas económicas de abundancia, etapas de escasez.

En la vida espiritual igual: Etapas de avance, etapas de parón o retroceso.

La mejor manera de trabajar con esta ley es fluir con los ciclos de la vida, aceptándolos como parte natural de nuestra existencia.


LAS LEYES DEL UNIVERSO (MI PECULIAR VISIÓN).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora