Gabriela vivía en San Pedro de las peñas, Valentina dejó su caballo fuera de su casa y al ver que no había respuesta a su llamado decidió caminar un poco, pero no se percató que alguien la estaba siguiendo, estaba tan metida en sus pensamientos que ni siquiera sabía a donde dirigirse mientras su amiga llegaba.

José Miguel fue a las caballerizas con la esperanza de encontrarla, llevaba varias horas sin saber de ella y se estaba preocupando, la tarde estaba por caer.

Valentina se quedó fuera de la casa de su amiga esperándola.

Gabriela: Valentina!! Pero que haces aquí?

Horacio traía en brazos dormida a su hija.

Horacio: Como estas Valentina?

Valentina asintió sin decir nada, Gabriela supo de inmediato que no estaba bien y la abrazó.

Entraron a la casa y Horacio fue a dejar a su hija al cuarto mientras las amigas charlaban.

Gabriela: estuviste llorando verdad?

Valentina: me siento muy mal.

Gabriela: tranquila, dime que pasó?

Valentina le contó detalladamente su fuerte discusión con José Miguel...

Gabriela: es que es inaudito! Como va a creerle a esa mujer?

Valentina: José Miguel está seguro que volví a ser mujer prepotente y altanera que era cuando llegué a San Pedro de las peñas.

Gabriela: pues está muy equivocado, si quieres hablo con él y le cuento lo que paso.

Valentina: no Gabi! No lo hagas, necesito que me ayudes a probar que no soy lo que él cree.

Gabriela: pues mira, creo que hay algo que puede servirnos, pero aún no lo tengo conmigo.

Valentina: de que hablas?

Gabriela: de las cámaras de seguridad que están instaladas en toda la escuela, por supuesto en el aula de nuestros hijos.

Valentina: tú crees que haya algo?

Gabriela: bueno, pues le pedí al docente de sistemas que revisara las grabaciones y sacara la parte exacta donde la bruja esa ataca a tu hija.

El rostro de Valentina se alegró un poco, era una pequeña esperanza.

Gabriela: cite mañana a reunión a la anterior directora quien fue la que recomendó a Martina, al alcalde, y por supuesto al gobernador y al psicólogo para discutir lo ocurrido, necesito que tu estés presente, como la madre que defiende a sus hijos y exige respeto.

Valentina: entonces ahí estaré.

Gabriela: debes ser cuidadosa al llegar Martina no sabe de esta reunión.

Valentina: Gabi, que tienes en mente?

Gabriela: llevo una carta donde solicito un seguimiento disciplinario a esta mujer, aunque realmente me encantaría que fuera transferida a otra escuela.

Valentina: sería lo mejor.

Valentina se quedó a cenar con Gabriela y su familia, mientras José Miguel desesperado busco a su esposa por toda la hacienda sin tener suerte.

Isabella despertó para cenar y al ver a Valentina la abrazó muy fuerte.

Isabella: me encanta cuando vienes de visita tia, cuando traes a mis primos?

Valentina: muy pronto.

Horacio: hija, porque no vas a ponerte la pijama y lavarte los dientes, así voy a leerte un cuento, mañana debes despertarte muy temprano para ir a la escuela.

Isabella: no! No quiero regresar!

Valentina y Gabriela se miraron una a la otra mientras Horacio confundido intentaba comprender que le pasaba a su hija que se veía asustada.

Horario: porque no quieres ir?

Isabella: La miss Martina es mala, ella no quiere a los niños.

Horacio: a ver, porque dices eso? Te he enseñado que no se debe hablar mal de las personas.

Gabriela: solo escúchala.

Isabella: papito, esa señora rompió el dibujo que Cecilia Benita le hizo a mis tios y Cuando José Federico la defendió, le gritó y todos mis compañeros le gritamos bruja, y se llevó a mis primos para castigarlos.

Horacio: eso es cierto?

Valentina: desgraciadamente sí.

Gabriela puso al tanto a Horacio sobre la situación y le pidió no comentar nada con José Miguel, los 3 acordaron no enviar a sus hijos al kínder al día siguiente.

Pese a que Ni valentina ni José Miguel habían regresado, Leonor decidió acompañar a la cama a sus nietos.

Valentina llegó más calmada a la hacienda, la persona que la siguió solo pudo  seguirla hasta la entrada a la hacienda, ya que esta era tan segura que ningún auto podía entrar sin autorización.

Al entrar a las habitaciones de sus hijos los observó dormidos, cuando se acercó a la de Cecilia Benita, la arropó y se acostó a su lado acariciando su cabello.

Valentina: no tuve a mi madre para que me defendiera, pero tú me tienes a mí y a tu hermano que hoy demostró cuanto te quiere, mi princesa mientras yo viva nadie va a lastimarte.

José Miguel regresó a la hacienda y se cruzó con Iluminada en la sala.

José Miguel: has sabido algo de Valentina?

Iluminada: pos, hace un rato llegó, debe estar en su cuarto.

José Miguel corrió a buscarla...

SOY TU DUEÑA 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora