—Whooooo —grito Dave en la parte que las chicas se quitaban las camisetas y quedaban al descubierto.

—Pero mira esas... —hablo Will sin quitar los ojos de la pantalla.

— Que asquerosos son. No es agradable ver a esas chicas dejando a la vista sus... pechos —comento mi amiga mirando a los chicos asqueada.

—Dani tiene toda la razón. Son unos cerdos pervertidos.

—Ellas, las santas —comento Dave irónico —. Les apuesto que si aparecen unos chicos mostrando sus "six pack" estarían peor que nosotros.

—Ooooh. Así se dice amigo —grito mi hermano mientras chocaba el puño con  Dave.

—Idiotas.

—Shhh. Cállense que quiero ver que pasa.

La película termino justo antes que mi padre llegara. Aunque, como es día viernes decidimos hacer una "pijamada" por así decirlo.

— Will, te toca —dijo Dani extendiéndole la botella de vidrio a mi hermano.

Estábamos jugando a Girar la botella pero no a ese juego de la botella en la que uno lanza y se besa con el que te toque. No. Es el juego en que cual lanzas la botella y la persona a la cual apunta tendrá que confesar sus mas oscuros secretos relacionados con la pregunta que le hagan.

La botella giraba sobre el tapete de mi habitación. Una y otra vez, sin parar . Despues de unos interminable segundos los giros de la botella perdieron su fuerza considerablemente.

—Que no me toque, que no me toque —susurre para mi misma—. Oh, ¿En serio? —pregunte cuando vi la botella detenerse frente a mi

—Bien. La pregunta es... —comenzó a hablar Dave mientras hacia un redoble de tambores golpeando sus piernas—. Chan, chan, chan. ¿Cual fue el día mas vergonzoso de toda tu vida?

Después de escuchar su pregunta se me vinieron varios sucesos a mi cabeza. Sin embargo, ninguna era tan vergonzosa.

—No lo se —dije luego de unos segundos —. Ninguno es tan sorprendente como para decir que fue el día mas vergonzoso de mi vida.

— En ese caso, di cualquiera.

—El día que me lanzaron el helado y Aaron estaba a unos metros. Ese día hasta el se rió de mi cara —dije mientras lanzaba carcajadas.

— Ese día fue epico. Parecíamos un grupo de drogados que se escaparon del psiquiátrico y se les ocurrió ir al centro comercial —hablo Will sin dejar de reír.

—Bien. El siguiente —dije mientras hacia girar la botella.

Estuvimos hasta las 3 de la mañana hablando de puras estupideces. Si hubiese sido por nosotros nos hubiésemos quedado hasta tarde pero mi padre nos fue a regañar porque el tenia que irse de viaje muy temprano y no lo dejábamos dormir porque nos reíamos demasiado fuerte.

Pipipipipipi , sonó la alarma a las 6:30 de la mañanas justas.

— No me digas que no lo desactivaste —se quejo Dave con una voz adormilada mientras se giraba para conciliar nuevamente el sueño.

—Alarma del demonio —dije mientras levantaba mi brazo y lanzaba el aparato por los aires. No se a donde fue a parar solo se escucho el estruendoso sonido que hizo una vez se estrello contra la pared.

Acomode la almohada y seguí durmiendo.

Dormía plácidamente cuando el choque de la puerta contra la pared me hizo despertar sobre saltada. Apareció Dave, Dani y Will, cada uno con una olla y una cuchara de palo. Acto seguido, comenzaron a golpear las ollas con las cucharas.

RechazadosWhere stories live. Discover now