El extraño caso del Dr. Jekyll y el Sr. Hyde de Robert Louis Stevenson
-Este espejo ha visto cosas muy extrañas, señor –Murmuró Poole.
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Todos los seres humanos con quienes tratamos son una combinación del bien y del mal: y, entre las filas de la humanidad, Edward Hyde era el único que representaba el mal en estado puro.
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Ante la tensión de esta constante condena y del insomnio al que yo mismo me obligaba por encima de lo que hubiera creído posible en un ser humano, me convertí, bajo mi propia apariencia, en una criatura devorada y consumida por la fiebre, languideciente de debilidad física y espiritual y obsesionada por un solo pensamiento: el horror a mi otro yo.
