Transformación

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3. Tu protagonista se mira en el espejo y ve algo que no debería estar ahí.


—¿Alguna vez te he dicho lo bella que eres? —dijo a esa dulce figura que se encontraba en frente suyo.

—No —respondía ella con tono pícaro.

—Pues, debo decir que eres la mujer más hermosa que han visto mis ojos. —Una sensación de calidez florecía en su interior.

—Eso le debes decir a todas —dijo ella con una sonrisa en su rostro.

—Posiblemente —dijo él en tono burlón—, pero no podría decírselo a nadie mientras miro fijamente sus ojos —menciono en tono más serio y dulce a la vez.

—Deja de molestarme —Se sonroja—. Mejor dime a donde me llevas, Kevin. —Se encontraban en la avenida de la gran ciudad, caminando a paso lento.

—¿No lo imaginas? —preguntó Kevin sorprendido— iremos al lugar donde será nuestro primer beso —la miró y una línea curva se dibujo en su rostro.

—Eres muy divertido —río a carcajadas —. Eres bastante atrevido para alguien con quien salgo por primera vez.

—La vida es corta —dijo muy seguro de sí mismo—. Quiero disfrutar todo el tiempo que estemos juntos —Ella no podía creer que ese muchacho era el mismo que apenas unos días atrás la invito a salir, ese hombre callado y de mirada seria había desaparecido y a cambio, trajo un chico sonriente y conversador—. Llevo mucho tiempo deseando esta cita —Ella sonrió y miró a aquel chico bajando delicadamente sus cejas y, curvando ligeramente la comisura de sus labios.

—Eres un coqueto, Kevin —El sonrió, ella tenia razón—. Tu cara me dice que no miento.

—Ya casi llegamos, apresúrate —apresuro a decir Kevin mientras tomaba su mano por primera vez.

Después de recorrer varias cuadras entre risas y miradas coquetas, se detuvieron frente a un edifico de al menos unos cuarenta pisos— ¿Que es este lugar? —pregunto mientras observaba su rostro —. No pensaras aprovecharte de mí. Kevin, te lo advierto —dijo con una sonrisa— Pensé que me llevarías al parque que hay aquí cerca—. Su sonrisa se apagó tan pronto notó algo extraño en el rostro de Kevin— ¿Qué tienes en tu rostro? ­—dijo finalmente, asombrada.

—No es esa clase de lugar, te lo prometo —dijo Kevin muy seguro de sí mismo.

—Kevin, ¿Qué tienes ahí? —pregunto de nuevo.

—Pues, debo tener la sonrisa enorme por culpa tuya —dijo sonriendo.

—No. Es en serio —El tono de su voz cambio, la sonrisa se había esfumado —. Tu oreja...

Kevin, sin decir palabra alguna busco el primer espejo que encontró, se acercó rápidamente a una motocicleta que se encontraba estacionada a unos cuantos metros de la entrada a aquel edificio— ¿Qué es eso? —dijo asombrado, mientras con su mano rozaba el lugar donde debería encontrarse su oreja, no entendía que sucedía. Su oreja se encontraba deformada bajo una enorme masa de carne, lisa, suave y rodeada de pelo de un tono un tanto particular.

—¿te encuentras bien? —pregunta su bella acompañante.

—No lo entiendo, esta mañana eso no estaba —pensó en voz alta ignorando a aquella mujer que lo acompañaba—. Me encontraba perfectamente.

—Oye! —dijo ella tomando la mano de Kevin—, ¿te encuentras bien? —repitió la pregunta que había formulado instantes atrás.

Reaccionando a la situación actual y recordando que no estaba solo, respondió—. Eso creo —dijo aturdido asimilando su nueva situación.

52 retos de escritura para 2019 #52RetosLiterupDonde viven las historias. Descúbrelo ahora