Capitulo 1

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Capitulo 1

De pronto se hizo el silencio, solo el sonido inamovible del traqueteo del automóvil se podía escuchar. Miré a ambos, pues las pocas semanas que llevaba trabajando para ellos me habían enseñado ya que entre ellos a veces valía más un simple gesto que una sola palabra.

Ani se quito las gafas, las dejo apoyadas sobre la libreta que sostenía con sus rodillas y froto su frente con ambas manos. Hacía más de 24 horas que no dormía, tampoco había parado ni un solo momento a descansar y ahora, las dos horas de viaje que llevábamos estaban pasándole factura. Con bolsas en los ojos y unas grandes ojeras oscuras que llegaban hasta sus pómulos, su cara estaba demacrada por la fatiga. Pero aún así, después de todo….estaba hermosísima.

Observe y, puedo decir con total certeza que, esa fue la primera vez que conocí en Dargo una mirada cargada de pasión y lujuria. Sus ojos estaban clavados en Ani. Cuando ésta lo miró pregunto.

- ¿Y?- sin mostrar reacción alguna.

- Te estaba mirando y perdí la concentración. Necesito que me inspires- susurró.

Ani dejo la libreta, junto con las gafas y el bolígrafo en el asiento. Entonces se arrodilló frente a él.

Paso su mano por la trenza y quito suavemente la cinta que sostenía su cabello. Un precioso cabello liso castaño cayó hasta su media espalda. No entendía bien que es lo que estaba pasando. Yo, que me encontraba sentado tras ella no podía ver ni si quiera su rostro.

Vi que con sus manos estaba haciendo algo pero no termine de entenderlo hasta que pude ver sus hombros al descubierto. Se había desabrochado la camisa. Termino de quitársela por completo y pude ver su espalda desnuda, tan solo la parte de atrás de un sostén de encaje color limón suave.

Dargo se inclinó, su mano se posó sobre su espalda desnuda y suavemente la empujo hasta él.  Ambas cabezas estaban pegadas la una a la otra, pude ver como Dargo perdió su nariz entre el cabello de Ani. Y respiro profundamente un par de veces, estaba impregnándose de ese aroma dulce que ella desprendía…

Suavemente besó su cuello, sin cesar fue bajando hasta el hombro y cuando llegó allí vi como su boca se abría y le dio un pequeño bocado a modo juguetón. La respiración de Ani ya era más que obvia, durante aquel pequeño mordisco se le escapo un corto gemido, que a su vez hizo que yo me estremeciera. Ver su espalda, sus hombros y su cuello desnudo habían causado reacción en mi cuerpo, me estaba excitando sobremanera.

Aun con el hombro de Ani entre su boca, Dargo alzo su vista y me miro fijamente. Sus ojos brillaban en aquella penumbra. Movió la mano de la espalda y la subió hasta su cuello, de nuevo la empujo suavemente hacia él y la beso.

Sentía mi cuerpo arder, la excitación, tras aquello fue una explosión dentro de mi. Había empezado a respirar con intensidad y pantalón se había quedado pequeño para mi lujurioso miembro.

La presencia de Dargo no ayudaba a calmar aquella sensación, pues sabía que él tan solo pretendía molestarme, y la verdad lo estaba consiguiendo. Sabía que tan solo el hecho de ver a Ani desnuda produciría en mí aquella reacción.

-¿Quieres un poco tu también?- Dijo Dargo a modo de mofa junto con una retorcida sonrisa.

Avergonzado por estar caliente de contemplar aquella situación, aparté mi mirada de ellos y la dirigí hacia el paisaje oscuro de la ventana.

-Fíjate Ani, el novato necesita una mano. Por favor ¿puedes ayudarle? Creo que solo tú podrás hacerlo.- Dargo estaba disfrutando de mi tortura.

Ani no dijo nada, pero vi como con su cabeza accedió aquella petición. Aun se encontraba de rodillas, así que tan solo tuvo que girarse para ponerse ahora frente a mí.

Cuando mire su cara pude ver como su mirada había cambiado, ahora era completamente provocadora. Se incorporo hacia mí y sus manos empezaron acariciar mis piernas, primero mis espinillas subiendo lentamente hasta mis rodillas. Una vez allí empezó acariciar la parte interna de mis muslos subiendo poco a poco hasta llegar a mi sexo. Luego llego a mi pantalón y empezó a desabrocharlo y finalmente la cremallera.

Quise parar aquello, lo juro que quería pararlo. Cuando lo intente mi mirada se cruzó con la de Dargo  y sentí una pesadez que jamás había sentido. No era consciente de mi cuerpo, no podía mover mis manos, tampoco mis piernas. ¡Me había paralizado! Que sensación tan extraña. Sentía una fuerte presión en mi pecho, como embriagado de alcohol, pero aquello era diferente. ¿Quizá alguien se ha embriagado de sexo alguna vez? La verdad, fue una experiencia extraña.

Así que Ani pudo sin problemas dejar mi sexo expuesto, ella lo agarró y empezó a besarlo suavemente. Podía explotar en cualquier momento pues ya llevaba tiempo conteniéndome y desde que había empezado a trabajar allí no había tenido tiempo de descargar tensión sexual. Necesitaba buscar algo en lo que mantener mi atención y concentrarme, así que busque con la mirada algo a lo que aferrarme. Entonces vi a Dargo mirándome, una media sonrisa se dibujaba en su rostro. Que cabrón, esta era una nueva manera de humíllame.

Ani dejo de jugar y se acomodó encima de mí. Se subió como si un caballo se tratara, me beso furtivamente y pude sentir aquel olor dulzón que desprendía. Aquello sumado al suave tacto de su piel desnuda contra mí y el calor que emanaba su cuerpo hizo que me volviera loco.

Desesperadamente intente moverme, quería tocarla con mis manos, acariciar todo su cuerpo, sentirla al completo. No pensaba rendirme ante aquello, así que con mucho esfuerzo al fin pude levantar mis manos y ponerlas sobre su espalda. Lleve mi mano derecha hasta su nuca, quería agarrarla y empujarla contra mi hasta que no quedara espacio entre nosotros.  No pude mover mis brazos mucho mas, pero lo aproveche con ganas.

Entonces ella me besó y con un suave movimiento hizo que mi sexo se introdujera dentro de ella. De su boca se escapo un gemido, mire su rostro y estaba completamente roja por la excitación. Yo estaba a punto de estallar con aquella visión.

Lentamente empezó a moverse encima de mí, con cada movimiento su ritmo se aceleraba. Y a su vez nuestras respiraciones también. Sentía que no sería capaz de soportar aquello mucho más tiempo y tan solo de pensarlo aun se hacía más precario mi aguante.

Estaba a punto de estallar cuando vi a Dargo justo detrás de Ani. Se había acercado a nosotros y sin interrumpir el ritmo de ella, posó sus labios abiertos en su cuello. Mordió, pero esta vez no fue un juego, pude ver como unas gotas de sangre recorrían todo su pecho.

Entonces gimió y un espasmo recorrió su cuerpo, que a su vez hizo que el mío reaccionara de igual. Esa fue la primera vez que estallamos juntos de placer.

Nuestras respiraciones pasaron a ser profundas y  los movimientos se volvieron descompasados. Ella estaba exhausta y finalmente cayó sobre mi hombro.

 Rápidamente Dargo la cogió entre sus brazos como si de una princesa se tratara y la acomodó en su regazo mientras volvía aposentarse en su asiento. Sacó una pequeña manta de viaje y cubrió el cuerpo desnudo de Ani.

   -Espero que esto te haya servido de aviso. Es difícil concentrarse cuando continuamente puedo sentir tus lujuriosos deseos de poseerla. Haces que se contagien en mi y pierda el control.-

No fui capaz de contestar aquellas palabras, ni si quiera fui capaz de mirar directamente a sus ojos. Me sentía avergonzado de lo que había pasado y tan sólo pude volver a perder mi vista en el oscuro paisaje del exterior de aquella limusina.

De nuevo el traqueteo del vehículo volvió a inundar la estancia durante largas horas.

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⏰ Última actualización: Aug 30, 2014 ⏰

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