capitulo cinco

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Me paro de la cómoda cama y me dirijo hacia la cocina con mi teléfono en manos. Al llegar, dejo este mismo sobre la encimera y busco un vaso de vidrio por las alacenas.

Al lograr mi objetivo, abro la nevera y saco una jarra de vidrio grande llena de agua.

Deposito un poco de agua en el vaso para luego guardar la jarra y beber el contenido que se encuentra dentro de el vaso.

Al acabarlo, dejo el vaso dentro del fregadero y vuelvo a tomar el teléfono en mis manos, sentandome sobre una de las sillas que decoran el mesón de la cocina.

Minutos después, veo como Pedro sale de su habitación arreglado y puedo notar que se ah colocado perfume.

Se para a mi lado y volteó a verlo, recorriendolo con la mirada, alzo una ceja ya que no entiendo nada.

—¿Y pa' dónde vas tú?.— le pregunto usando mi característico acento venezolano, lugar de donde provengo.

—Correción, es para donde vamos.— frunzo mi ceño al no entenderlo todavía haciendo que el ruede los ojos.— Tú y yo, ahora mismo, vamos para el Ángel para que me tomes unas fotos.— suelta con un tono de voz alto, pero no tanto como para ser un grito.

—¿Enserio? Es que me siento mal y no est...

—AHORITA MISMO, ¿ok? ok.— me interrumpe tomandome por el brazo sin ejercer tanta fuerza y jalandome hasta adentrarme a la habitación donde estaba durmiendo, soltandome y dejándome sola.

Suspiro pesadamente, me encojo de hombros y busco rápidamente que ponerme para salir.

[°°°]

Ya nos encontrábamos ambos en el Ángel de la Independencia, ahora que me doy cuenta, tantas veces que eh venido y jamás eh visitado el Ángel, bueno, hasta ahora. Es muy, pero muy diferente verlo en fotos que en persona.

Caminamos a paso apresurado ya que en aproximadamente una hora, anocheciera, y Pedro a estado todo el camino hasta aquí, recordándome que no quería que se hiciera de noche.

Buscamos un buen ángulo para la foto, al encontrarlo, Pedro me tiende su teléfono y empieza a posar ante la cámara, y yo capturó cada pose que hace.

Me acerco hasta el y empezamos a ver todas las fotos que le tomé.

Unas le gustaron, y otras...no tanto.

Claro, no me culpo. No soy una fotógrafa profesional o con experiencia.

Cuando tenía catorce años, tomé un pequeño curso de fotografía, en ese momento me gustaba mucho.

Hasta que un día, se me ocurrió tomarle una foto a un pequeño nido de pájaros que se encontraba en una de las rama de un árbol.

Subí y con sumo cuidado, capturé varias fotos, al revisarlas, habían quedado impresionantes, y, olvidandome completamente de donde me encontraba. Empecé a celebrar con un pequeño baile.

En un descuido me caí de la rama. Terminé con una esguince en el pie, y mi cámara rota. Sí, fue muy doloroso para mí, pero al caer, caí sobre ella, destrozándola.

Después de eso, pasó el tiempo y me olvidé de eso completamente.

Al volver a la realidad. Veo como Pedro pide un Uber para que venga por nosotros para que nos lleve de vuelta al departamento.

Escucho unos gritos detrás de mí y volteo a ver de quién se trata.

Gilbert...

N o t a

¡Hola chamas! Me encantó escribir este capítulo, y me gusta aún más porque se divide en dos partes UwU vayan a disfrutar del siguiente :3

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