SOLO MIA

EXTRA

Al volver al otro dia al colegio, ambos iban tomados de la mano, como siempre lo hacían, aunque ahora se notaba que algo mas que una simple amistad los unian.

Al sentarse en sus pupitres, comenzaron a charlar, sin notar como su compañera se sentaba atrás suyo, muy sonrojada.

-Buenos días, Karin – Saludo con una enorme sonrisa la azabache, pero la rubia solo asintió con su cabeza, miro a Inuyasha, que le sonreía con perversión, y giro su rostro sonrojado - ¿Qué le sucede? – Le pregunto a su, ahora, novio.

- No tengo la mas minima idea – Le sonrio con carita de santo.

-Que raro – Se dijo a si misma y comenzó a prestar atención en clases.

En el transcurso, mientras el profesor estaba ocupado con un alumno que había pasado al frente a dar una lección, Inuyasha tomo el rostro de la azabache y lo movio a un lado, dejándole su cuello al descubierto.

-Quiero saborearte – Le dijo algo fuerte, para que la rubia escuchase.

- Inu. No – Intento frenarlo, pero le fue imposible. Sin apartar la mirada de Karin, el peli plata se acerco al cuello de la azabache y comenzó a lamerlo con suavidad y lentitud, deleitándose con los pequeños jadeos que ella largaba.

-Amo el sabor de tu piel – Le volvió a susurrar en su oído, mientras comenzaba a acariciar su pierna, subiéndola por debajo de su falda.

- Inuyasha. Basta. Nos verán – Y el oji dorado sonrio. Disfrutaba de acariciar a Kaghome y también de ver la incomodidad de su compañera. Disfrutaria lo que quedaba del año haciendo esa travesura.

Siempre y cuando Kaghome no se enterase. Seguro.

FIN