1 ▪ Ganas Locas

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Bebe un sorbo más de la copa que Sarah le ha traído hace un par de minutos antes de irse a bailar con su nuevo amigo -que prácticamente acababa de conocer esa misma noche. La música sigue resonando en el pequeño antro, al cual Jennifer ha venido casi obligada por su mejor amiga. En estos momentos ella debería estar estudiando para un examen importante de la universidad, sin embargo se encuentra en un mini disco a las afueras de Miami, soportando las miradas de algunos en el lugar hacia ella, que literalmente la intimidaban. 

Dirigió su mirada hacia el fondo de la pista de baile, donde un grupo de chicos y chicas bailaban sensualmente conforme a la melodía: Downtown. Y no pudo evitar reír al ver a Sarah entre ese grupo, a veces se preguntaba porque ella si podía tener la conciencia tranquila para divertirse, también su mente se debatía del porque eran las mejores amigas. Sarah es una pelirroja extremadamente guapa, divertida, social, la chica que cualquier chico soñaba, Jennifer se catalogaba a todo lo apuesto a ella. Negó con su cabeza al darse cuenta de nuevo de lo patética que era a su lado. Pero la adoraba muchísimo, eran como hermanas.


—Lamentándote no te divertirás —una voz masculina habla cerca de su oído izquierdo. Pegó un brinco por el susto, y lo escuchó reír. Frunció el ceño, ¿Quién era él? Se preguntó.

— ¿Y a ti que te importa? —Se aleja de su cercanía, mientras este le regala un encogimiento de hombros.

—Digamos que nada, pero te vi aquí sola y aburrida, obviamente.

—Bueno, no te pedí que vinieras de todos modos —vuelve a mirarlo y esta vez lo analiza. Su atuendo consiste de unos pantalones de mezclilla, una camisa de mangas y tenis blancos, sin descartar el atractivo copete de su cabello.

— ¿Terminaste de analizarme? Tú luces hermosa también —bromea.

—Egocéntrico —afirma—, ¿por qué no te vas por dónde viniste? Me harías un gran favor.


Su sonrisa se hace más grande, dejándole ver sus hoyuelos a la perfección, cuales eran una de las debilidades de Jennifer. Negó con la cabeza, descartando todo tipo de pensamiento. Pero él no parecía marcharse, parecía que molestar a Jennifer sin querer era su trabajo en la noche.


"Vamos Jennifer, no te está molestando. Deja de ser una exagerada" Pensó.


Una nueva canción sonó, y escuchó como el chico a su lado -cual no sabía su nombre aun-, hace un chiflido y aplaude con entusiasmo. Bueno seguro era fan del cantante, cual desconocía también.

No solía ser una fanática de la música, literalmente lo suyo eran los libros, es por eso que tenía a Sarah para que pudiera sacarla un poco de su zona.


— ¿Bailas? —Preguntó luego de unos segundos. La pelinegra pensó bien su respuesta, y cuando menos lo esperó había tomado la mano de él dándole paso hacia la orilla de la pista. Después de todo a eso había venido.


­­Comenzaron a bailar conforme al ritmo de la canción, la cual a Jennifer le había gustado. El hombre tomó sus manos para darle una pequeña vuelta y juntarla más a él. Ella quería separarse, pero no podía, le estaba gustando la pequeña adrenalina que se apoderaba de su cuerpo. Una sensación que antes no había podido sentir. Un cosquilleo en su estómago la hace separarse un poco, y volver a la posición con la que habían iniciado el baile.


— ¿Cómo te llamas? —Cuestiona cerca de su oído para que pueda escucharla, aunque no era difícil ya que la música había disminuido poco de volumen.

—Geoffrey —sonrío. En su rostro pudo ver asombro. La chica asintió y le estrechó la mano, siendo amable.

—Soy Jennifer —él tomó su mano también, acariciándola mientras depositaba un corto beso.

— ¿En verdad no me conoces? —Preguntó riendo. Jennifer arqueó una ceja mirándolo bien, realmente no recordaba haberlo visto antes.

—Mmm no —negó con la cabeza—, ¿De dónde podría conocerte? ¿De la universidad?

Él rió esta vez negando con su cabeza.

—Eres muy hermosa Jennifer —tomó de sus manos entre las suyas, entrelazándolas—. Esperemos hasta el final de esta noche para revelarte mi identidad —dejó un beso en su mejilla, en un acto rápido dejándola paralizada ante sus palabras.


"Como por arte de magia supe que esas todo lo que había querido"


Comenzó a cantarle conforme a la nueva canción que el dj había puesto, y su piel se erizó al darse cuenta que eran casi la misma voz. Decidió dejarse llevar, al fin de cuentas solo sería esa noche -o eso quería creer.


La noche pasó entre cantos de Geoffrey hacia Jennifer, quien lo había dejado hipnotizado con su belleza, aun sabiendo que en el fondo no volvería a verla de nuevo decidió disfrutar el resto. Le había dedicado sorpresivamente Ganas Locas, ya que eso era lo que sentía en ese momento.


Ambos se dejaron llevar, y a pesar de no conocerse nada, sentían el uno al otro que se conocían de toda la vida. 

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⏰ Última actualización: Jan 15, 2019 ⏰

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Royce's the type of BoyfriendDonde viven las historias. Descúbrelo ahora