Vamos A La Habitación (Jos Canela) [TERMINADA]

Aspirina Equivocada.

Hola guapas.
Primero quería terminar de contarles el chisme con el chico que me gustaba, pero no las quiero aburrir, sólo les puedo decir que en mi perfil hay una historia que se llama el último chocolate y pueden leerlo para darse una idea de mi loca historia.
Si quieren saber más con gusto espero su mensaje.
Sólo recuerden "No se hagan menos por un cabrón"

Ahora la historia.
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Narra _____:

Somnolienta abandono la cama en sábado a las 6:30 ¿pero quien se levanta tan temprano en sábado? Bueno, esto es gracias a que debo tomar los anticonceptivos, esto gracias a que vi esa hora como la mejor opción para mi rutina diaria, sólo que olvidé incluir los sábados y domingos para la elección.

¿Por qué tomo anticonceptivos?
Bueno, la idea surgió después de que revisaba el botiquín en busca de un curita y encontré una caja de pastillas, estuve muy nerviosa hasta que Jos logro sacarme la sopa estaba sorprendido de que aquí hubiera eso y después de hablarlo decidimos usarlo y ocupar el dinero de los condones en una salida a un parque de diversiones.

Saco la caja y marco el punto en la etiqueta, la guardo en mi sudadera y cuando la pastilla pasa, creo morir ahogada cuando Alan mira la caja atento y luego me mira a mi con un gesto que no se describir.

-¿Qué diablos estás haciendo?
-Tomo una aspirina...

Mi boca se hace bolas y es la unica tontería que se me ocurre, de pronto moto que Alan trae la misma ropa que ayer, una cara que no puede con ella y su cuerpo emana alcohol.
¡Aún está medio ebrio y he de aprovecharlo!

-¡Esto no es una aspirina!
-¿Y qué se supone que es entonces?

Agarró la caja y hago la lectura línea por línea en lo que planeó mi segundo movimiento.

-¡Dios! ¿Y qué diablos hace esto en las medicinas Navarro?
-No lo sé, Creo que, fue una tontería de chicos.
-De verdad me duele la cabeza, creo que me quiere dar gripe y no tengo ganas de pelear, me voy a la cama y tu deberías dormir, o darte una ducha, apestas a vodka con tequila y cerveza.
-Que buen olfato- le doy una mirada asesina y levanta las manos como forma de rendición-¿No tomaras una aspirina?
-prefiero dormir.

Me alejo corriendo y me doy golpes mentales por dejar la caja.  Si Alan nota que no falta una pastilla en esa caja si no, como 7 estoy muerta.

Espero por lo menos 15 minutos y bajo a la cocina, la caja está en la basura, la tomó como una delincuente cualquiera y corro a mi cuarto, cierro la puerta, cuando doy vuelta, mi corazón sale por mi boca.

-¡Joder José Miguel! Casi me matas de un susto.
-Lo siento, ¿Qué ha pasado?
-Alan me vio tomando la píldora.

La cara de Jos se hace más blnca que un pan y suelta un gran suspiro.

-¿Qué hizo con la caja?
-la tiro a la basura, pero aquí la tengo.

Saco de mi bolsa las pastillas y niega, se levanta de la cama dejando arrugas en la colcha y me mira con un gesto cálido.

-Tiralas en la basura, vamos a comprar hoy unos nuevos.

Me asusto, y repetitivamente niego con la cabeza- ¿pasaste biología de noche? Jos no podemos hacer eso, que tal y falla por lo que sea.
-Bien, tranquila, saca la tira y tira la caja, ¿Mejor?
-ok- hago lo que dice y bajo con cuidado, tiro de nuevo la caja y regreso a mi habitación, Nos ve televisión y no se si reír y echarlo  o acostarme con él.
La segunda opción gana y me tiro a la cama con él, los chicos regresaron no hace mucho y él sabe que por eso no tendremos de que preocuparnos.

-¿Quieres desayunar algo?
-Aún no tengo hambre.
-Yo ayer quedé con mucha.

No se si me lo ha dicho en doble sentido. Pero aprovecho la ocasión y me lanzo a sus labios.

-¿Puedo hacer algo por ti?
-Definitivamente puedes.

Me sube encima de su cuerpo y me acaricia las caderas, los besos suben de tono cada movimiento un poco más hasta que siento su bulto pegar en mi vientre.

-¡Hey! Despertó, demos los buenos días como se debe.

Bajo para quedar frente a su pantalón de pijama en donde se marca perfectamente su gran paquete que le otorgaron entre las piernas.

Lo libero y lo saludó como si eso fuera muy normal.

empiezo a tocar con mimo  la cabeza, su primer suspiro agradecido es mi punto de acción y comienzo a dar pequeños toques con mi lengua, la chupo saboreando y con la mano masajeo  un poquito  sus testículos.
Mi boca y garganta están de acuerdo en meter un poco más profundo saco su capuchita Rosada y le doy un beso corto, mis manos juegan con todo el tronco van y vienen  hasta la base, comienzo a masturbarlo y a lamerle todo,  estimulo el glande con una de mis manos.

Mi nombre en su voz me sabe delicioso, mi centro me exige que le preste lo que mi boca tiene, me chorrea, me palpita mi feminidad.

Vuelvo a subir,  succionando.

-Mi amor, por favor, ya voy a llegar.
-con fuerza continuo metiéndolo a mi boca, hasta que siento el líquido caliente y espeso correr por mis mejillas y mi garganta, lo trago todo y lo miro sonriente.

-¿Puedo subir ahora?
-Si no lo haces, el encabezado de la noticia diria "Muere un hombre con una gran erección"
-chistoso.

Bajo mi pijama y cuando voy a subir a su cuerpo Jos me pone bajo el y con una sonrisa de satisfacción plena susurra sobre mis labios.

-Gracias, ha sido increíble.

Me roba un beso realmente caliente y luego toma la erección entre sus manos, la miro con admiración y orgullo y muerdo mis labios.

-¿Dónde la quieres? Dime ¿la refugió aquí?

Asiento deseosa y jalo a Jos a mis labios.

-Sí Jos, mete ahí tu valiosa anatomía.

De un empellon fuerte se hunde en mi, enloquecida por su respuesta empujó la cadera para él y siento como mi vagina lo aprieta, entraba y salía a un ritmo que yo bien conocía.

-Me encanta ver tu cara cuando te hago el amor.
-Nos hacemos el amor.

El sudor no tardó mucho en recorrer su espalda, mis dedos paseaban por ella haciendo dibujos entre caricias y rasguños, mi boca estaba ocupada chupando sus dulces labios y mis piernas sentían una galaxia, dentia placer, delicia, amor...

Se hundia tantas veces, disfrutaba con satisfacción y nustras lenguas aprobaban lo que abajo pasaba.

Edtabamos tan sumergidos en placer que casí olvido que estamos en casa con mi hermano y los chicos. Me retuerso en sus brazos y convulsiono mi cuerpo, un grito fuerte de Jos sale llenando la habitación de éxtasis, mis fluidos corren por mis piernas y lo mojan a él también.

Pasado los segundos miramos el uno al otro y respiramos con tranquilidad, para regular el desenfrenado encuentro en mi cama.

Sin sacar a Jos de mi cuerpo, lo aprieto más y susurro...

-Tendré que seguir tomando aspirinas.

Me río y él lo sigue, me levanto y lo invito conmigo a la ducha.
¡Viva la ecología! Hemos de cuidarla y no gastar tanta agua.

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Que alegría regresar a ustedes.
Nos vemos para un maratón
¿Mañana o el lunes?
Las amo

-SHS_Canela©