Capitulo 1 Akane

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Hoy mi teléfono recibió muchas llamadas, bastaba con echar un vistazo a la pantalla para ver una enorme pila de notificaciones de la misma persona, Takanashi-san. Cada vez que quería ver la hora tenía que ver pasar hordas de estas notificaciones deslizándose a toda prisa por la pantalla de mi teléfono como si se tratase de las aguas de una embravecida cascada, claro que al igual que una cascada, las gotas de agua eran exactamente iguales. [¿Tampoco piensas venir a la escuela hoy, Otonashi-kun? Ya van tres días seguidos, Mayuu-sensei está furiosa, prométeme que no volverás a faltar y que vas a llegar a las clases de la tarde] mientras deslizaba el dedo por la pantalla eché un vistazo al mensaje que acababa de recibir, el cual se había coronado sobre la enorme pila de notificaciones [No tengo porque prometerte nada]. Eran apenas medio día, había salido temprano de casa, alrededor de las siete, desde entonces me la había pasado en un árcade, luego en una tienda de conveniencia donde compré mi almuerzo, para finalmente terminar aquí, comiendo el desayuno, ignorando las constantes llamadas y demás notificaciones de Takanashi-san.

Repitiendo la misma acción de los últimos tres días, hoy me encontraba sentado en la banca de un parque junto a la estación del metro con los brazos sobre el respaldo, echando la cabeza hacia atrás, mirando al cielo a través de las hojas marrones de los árboles, verlo de aquella manera hacia parecer como si pequeños fragmentos de cristal se hubiesen quedado guindando en las ramas de aquellos árboles.

El otoño y el invierno se habían convertido en mis épocas favoritas desde hace ya un par de años atrás; el calor en aquella ciudad era insoportable para mí, por lo que la mayor parte del verano me quedaba en casa abusando del aire acondicionado, mientras que en invierno prefería salir a la calle a matar el tiempo dando vueltas por ahí sin rumbo alguno.

Quizá era debido a lo céntrico de aquel lugar que siempre terminaba pasando el rato en ese parque; mi escuela estaba a dos estaciones hacia el este, mientras que mi casa estaba dos al oeste, mi trabajo a cuatro estaciones en la misma dirección que mi escuela y hacia el norte de aquel parque, a dos calles y media se encontraba el árcade de juegos retro que suelo frecuentar, y a un lado de este se encontraba un sevenleven donde podías comprar bocadillos; en otras palabras, aquel parque estaba ubicado en un sitio bastante conveniente para mí.

Regrese el teléfono al bolsillo de mi saco, deslizándolo a en su interior como una carta en una baraja, levante mi cabeza y volví mi vista al frente, para ver la misma escena de siempre, personas paseando por el parque, la linda y genérica fuente de piedra con un ángel dejando caer agua de una vasija, y las hojas otoñales desprendidas por el viendo danzando en el aire mientras descendían lentamente... Sip, bastante aburrido.

[... bien, ahora ¿Que debería hacer?...] volví a echar de nueva cuenta mi cabeza hacia atrás, mirando al cielo comencé a barajar mis opciones

Las cuales no eran muy variadas, a decir verdad, podría quedarme ahí perdiendo el tiempo jugando con mi teléfono, o podía ir a un manga café, rentar un par de horas y pasar ahí el resto de la mañana hasta que fuera hora de irme a trabajar..

En mi cabeza aparecieron ambos escenarios, en uno de ellos estaba en aquel manga café, jugando league of legends con la cara frustrada, gritándole a la pantalla o escribiendo furiosamente por el chat, mientras que las encargadas me pedían constantemente que regulase el volumen de mi voz, en el otro escenario, me veía a mí mismo sentado, teléfono en mano deslizando el dedo por la pantalla, realizando la misma y repetitiva acción una y otra vez.

[... Creo... que iré a clases] Estaba aburrido, ciertamente no tenía nada que hacer, salvo encontrar una manera de perder el tiempo.

Tomé mis cosas, me levanté de aquella banca y con pasos perezosos dejé aquel parque; en un principio había pensado en caminar hasta la escuela, al paso que iba me tomaría aproximadamente una hora y media llegar, sin embargo, la conveniencia de la estación del metro y la pereza me vencieron, por lo que termine encaminándome hacia la estación para abordar el tren de medio día.

3D WaifuWhere stories live. Discover now