Narra ___
Esto no era lo de siempre.
Fue demasiado lindo el que kenneth haya hecho esto solo por mi.
Salí al patio y estaba kenneth sentado frente a una mesa con un traje formal. Este al verme se digirió hacia mi, cuando estuvo frente a mi me dio un tierno abrazo al cual yo correspondí.
-Hola- es lo único que salió de mi boca
-¿Te sorprendí?- preguntó al mismo tiempo separándose de mi.
-Es lo más hermoso que han hecho por mi- dije tomando sus manos y viéndolo a los ojos.
El en respuesta me sonrió y me guió hacia la mesa donde antes él estaba sentado.
Era realmente bello, había flores por todas partes, luces. Era perfecto.
Tomamos asiento los dos, después de un momento llego Gabe y Franky con charolas.
-Que lo disfruten- dijo Franky dejando las charolas en la mesa mostrando su contenido.
-No hagan cosas malas- dijo Gabe haciendo lo mismo que Franky sin aguantarse la risa.
Yo no podía dejar de sonreír, era un momento que solo veía en las películas, pero esta vez no, es real, estoy aquí.
Ambos comimos lo que nos habían traído y hablábamos de cosas sin sentido.
-Yo realmente me arrepiento de haberte dejado cuando más me necesitabas- soltó Kenneth de repente- Lo siento- dijo y tomo mis manos.
Yo me paré de mi asiento aún sosteniendo sus manos.
-Lo que más importa es el ahora, no pidas perdón por lo que ya pasó- le di un corto abrazo y después lo miré a los ojos.
Esos ojos, unos ojos penetrantes, que cuando los miras, no puedes dejar de mirarlos.
Se empezó a escuchar música, música lenta.
-¿Quieres bailar?- pregunto Kenneth.
-Como podría decir que no- dije y ambos empezamos a bailar.
Era tan romántico.
Mirándonos a los ojos, el rostro de Kenneth se iba acercando más a mi. Nuestras frentes chocaron y sentía muchas emociones mezcladas, poco a poco, nuestros labios también chocaron, terminando en un romántico beso.
Narra Kenneth.
___, ella... es tan perfecta , sus facciones del rostro son tan delicadas, y su sonrisa es la más hermosa.
Me siento un idiota, ¿Como pude ser tan egoísta?
Mientras bailábamos no podía dejar de ver as ojos, unos ojos profundos, llenos de confusión e inseguridad. Pero no importa, ella igual era perfecta, aún con sus problemas físicos.
Me fui acercando poco a poco, quería besarla, quería volver a sentir sus labios.
Nuestras frentes chocaron, esta sensación era la mejor, me sentía amado. Segundos después junté nuestros labios terminando en un beso.
