Su alarma penetró sus sentidos haciéndolo caer de la silla. Soltó el agarre irremediablemente. Abrió los ojos hecho un lío. Buscó apresurado su reloj y apagó el sonido chillante. Giró para verificar que su invitado no se hubiera despertado también. Respiró aliviado al verlo descansando.
Tomó un cambió de ropa y una toalla. Se duchó velozmente y se alistó para salir. Ingresó a la cocina y Khaji lo estaba esperando con una bolsa de papel en mano.
-¿Entonces? –Le preguntó estoico-.
-¿Entonces qué?
-¿Cómo siguió?
-Pues... No se despertó en toda la noche. Luego de que le diste el antibiótico, ni siquiera se movió. –Aclaró tomando el almuerzo que Khaji empacó para él-.
Lo guardó cuidadosamente en su mochila y luego se acercó a la mesa para servirse cereal.
-No creo que te hayas dado cuenta. –El muchacho alto comentó abriendo la ventana y prendiendo un cigarro-.
-¿Por qué lo dices?
-Entré dos veces y estabas más muerto que él.
-¿En serio? No te oí.
-Por supuesto que no... Evidentemente.
Jaime se llevó una cucharada a la boca.
-¿Por qué sostenías su mano? ¿El chico te gusta? –Khaji demandó soltando el aire de su tabaco-.
El menor comenzó a ahogarse. Tosió para despejar su garganta. Mejor escupió en una servilleta lo que había comido.
-¡¿Qué?! ¡¿Qué dices?! ¡¿Por qué dices eso?! ¡Eso está muy alejado de la realidad!
-El muchacho parece muy delicado. No es feo.
-¡Khaji Da! ¿Cómo te atreves? ¡No digas eso! ¡Estaba teniendo una pesadilla y no lo podía despertar! ¡Y sólo sosteniendo su mano, logré que se calmara! ¡Además, desde que lo hago, ha dormido tranquilo! ¡No, no, no hagas conjeturas extrañas! –Jaime respondió sonrojado y muy avergonzado-.
-Si tú lo dices, debe ser verdad.
-¡Es la verdad!
Khaji miró indiferentemente a Jaime. Dio una bocanada al cigarro y esperó a soltar el aire para volver a hablar.
-¿A qué hora vas a volver? –Preguntó bebiendo un poco de café-.
Jaime terminó su cereal un poco molesto.
-Temprano. A las tres estoy aquí.
-¿Irás al trabajo?
-Hoy es martes. –Respondió mostrándose berrinchudo-. Trabajo de fin de semana, ¿te dice algo?
-Cierto... Entonces, apúrate a venir. Ese muchacho te necesita.
-Tú lo cuidarás mientras tanto...
-No puedo. Tengo trabajo.
-Tú y yo sabemos que no es cierto. Así que cuídalo. Procura que descanse y trata de estar ahí cuando despierte. No lo asustes.
-Yo no asusto.
-Sí lo haces. ¡Y mucho! Así que no lo hagas sentir incómodo. Y procura que coma algo.
-Realmente no quiero cuidarlo.
-Por favor.
-Dije que no quería involucrarme.
YOU ARE READING
No sueltes mi mano [BluePulse]
FanfictionBajo desafortunadas circunstancias y un destino del cual Bart sólo quiere huir, es como Jaime y él se encuentran. Sin embargo, a pesar de lo malo que la vida les prepare, se darán cuenta de que no están solos y que existe algo muy profundo entre los...