Blooming Days ➺ NoSung

O2| Blooming Day

Jisung estaba ocupado observando, a nadie más que Lee Jeno, cada martes en el almuerzo, se sentaba en las gradas solo para observar al mayor, era una costumbre que había adoptado hace unos meses, aunque aveces el chico de eyesmile caminaba de aquí para allá y a Jisung le tentaba decirle que no se moviera.

El castaño parecía que no le disgustaba que lo viera, eso o no se daba cuenta, Park le gustaba pensar que era lo primero, por que al final de su día agotador, lo único que agradecía era poder verlo, era la clave del por que no odiaba tantos los martes.

El de cabellos naranjas en un inicio solo pensaba en Jeno por la curiosidad que le daba, pero luego todos los días pensamientos sobre el le venían, siendo el sol que hizo brotar sentimientos pequeños y sin darse cuenta, creció en lo profundo de su corazón, floreciendo en su mente cada que bajaba la guardia.

Los recuerdos de ayer seguían más que frescos en él, y es que encontrar al otro sumido en el sueño le había parecido lo más adorable del mundo, esa imagen hacía que sus mejillas se sintieran calientes y dolieran de tanto sonreír. Quería mostrarle a Jeno el mundo que no conocía, el de cabellos chocolates apenas salía con su mejor amigo, Jisung podía darle todo lo que quisiera a Lee.

Cuando se acercó a despertar al mayor, su fragancia se filtro en lo profundo de él, aún seguía tratando de inferir cuál era el aroma que deleitó sus fosas nasales ¿violetas? Era lo que más se acercaba.

Antes de que conociera a este, se sentía triste, atrapado en los días cotidianos, siempre con el mismo humor, deseaba que alguien lo liberase, Jeno fue la llave maestra para el, sus colores fascinantes podían cambiar sus días.

─Sung.- Renjun lo llamo trayéndolo a la realidad.

─¿Qué pasa?- la pregunta deslizó de sus labios con un tono que era todo menos neutral. La expresión del chino obviaba su frustración al encontrar al coreano con la mente en la luna.

─¡No me estás prestando atención!- el extranjero se quejó ante el hecho de que su mejor amigo este en las nubes.

─Lo siento, estoy muy distraído no es nada.- alegó sin más.

─Siempre lo estás pero hoy más que nunca ¿seguro que no es nada? Lo menos que quiero es que tu ánimo esté por los suelos con lo que pasó hace meses.

─Estoy bien Ren, enserio.- Huang entendió la súplica silenciosa que expresaba Jisung en aquellos ojos chocolates, el rubio sabía que al menor no le gustaba tocar ese tema, pero la preocupación no lo dejaba en paz.

Ninguno logró agregar algo más, el timbre había sonado impidiéndoles siquiera emitir un ruido, susurraron un adiós y se alejaron a sus respectivos salones.

Suspiro intentando liberar el cúmulo de emociones negativas, con sonrisa en boca, abrió la puerta del salón encontrándose con Jeno en el asiento al lado del suyo.

─Si Minhyuk te encuentra en su asiento te empujara fuera con todo.- la fuerza del pelinegro mencionado era inmensa para tener un cuerpo tan delgado.

─Se fue temprano, así que no terminaré en el hospital por sentarme en su lugar.- Jeno sonrió y la eyesmile no tardó en aparecer para robar el protagonismo.

Por primera vez en la vida de Park Jisung no sabia que decir en esa situación, ni siquiera una broma simple salia de sus labios, cuando creyó lo peor, el profesor Han llego a su rescate. Estando en su lugar, el color en sus mejillas estaba apareciendo, por que de una forma u otra, Lee le había respondido juguetón, Lee Jeno lo había hecho.

Fue un total K.O para el de hebras naranjas, el castaño lo había noqueado con sus encantos, ganando aún más su corazón.

Volteo a ver un momento al lado derecho, encontrando su reflejo en aquellos ojos negros que solían desaparecer cuando las sonrisas se presentaban.

Por un momento imagino su nombre siendo susurrado por aquellos labios rojos, dejándolo sin aire, las manos de Jeno a punto de tocar las suyas, todo siendo tan hermoso.

Su aliento siendo robado por un beso, siendo Lee el comienzo y el final de su día a día, sus sentimientos floreciendo hermosamente, palabras dulces y honestas, expresadas desde su corazón lleno de cariño.

Los martes no eran tan malos, pero serían mejores si Lee Jeno fuera su novio.