Los Hombres de Mik 1

Capitulo 6

Peter observó a Mikayla escaparse de su oficina y se sintió más bajo que una babosa. Ella no merecía su hostilidad. Ella no era la mujer con quien estaba furioso, pero tratar de explicar sus razones para querer evitarla parecía algo horrible para compartir con una virtual desconocida. Especialmente cuando realmente no le había contado a sus hermanos la historia completa, tampoco.

Intentó regresar su atención a los informes geológicos de inspección de sondeo pero no parecía poder enfocar su cerebro. De algún modo, se encontró fijando la mirada en la puerta a través de la cual Mikayla había escapado.

En realidad la debería encontrar y disculparse.

Pero se sentó allí en lugar de eso y volvió a recordar todo lo que había ocurrido con su prometida hace quince meses. Su prometida no había sido como Mikayla, así es que tan sólo podía asumir que era la presencia de una mujer, cualquier mujer, no Mikayla, la que haría volver sus recuerdos, más dolorosos. Pero a pesar de eso, no tenía nada que ver con Mikayla. Las elecciones de su prometida habían sido de ella.

Realmente necesitaba disculparse.

*****

John estaba de pie en el momento que ella atravesó corriendo su puerta.

− ¿Problemas, princesa? - Preguntó él mientras la atrajo dentro de su abrazo.

Ella envolvió sus brazos alrededor de su cintura y se agarró apremiante. Mikayla tembló en sus brazos por un momento y luego pareció relajarse ligeramente.

− Ya no, - dijo ella mientras suspiraba y se apoyaba contra él.

Él quiso preguntar lo que sucedió, pero se sintió tan agradable simplemente abrazarla que dejó a un lado las preguntas. Después de un corto tiempo, él se movió hacia atrás en su silla y la puso encima de su regazo. Ella estaba tan quieta que se preguntó si se había dormido hasta que finalmente levantó su cabeza y miró alrededor de su área de trabajo.

− Bonita oficina. ¿Qué haces tú?

− Manejo las finanzas y contratos principalmente. Ocasionalmente, ayudo a Ryan y Ty en su laboratorio, pero en la mayoría de los casos, hago el trabajo de administración. Básicamente, soy el tipo que consigue pagar las cuentas.

− Oh, - dijo ella, pareciendo más interesada de lo que esperaba. - Siempre he amado los números, las matemáticas, la contabilidad, llevar las cuentas... - Ella se cayó cuando notó la sonrisa en su cara. - ¿Qué es tan gracioso?

Nada. - Él intentó controlar la amplia sonrisa tonta que podía sentir en su cara. - Simplemente nunca he conocido a una mujer interesada en lo que hago. La mayoría de la gente piensa que es bastante aburrido.

− ¿De veras? - Ella pareció asombrada por sus palabras. - Sé... bien, supe que bastantes mujeres contables y tenedoras de libros trabajan en la Tierra, pero supongo que eso parecería extraño para un hombre que vive de un planeta como este.

− Realmente, - dijo él sonriendo ampliamente, - mis hermanos y yo estamos sólo aquí con un contrato de unos tres años para una misión geológica y el estudio del impacto medioambiental. Una vez que acabemos aquí, haremos el equipaje y seguiremos adelante hacia el siguiente planeta.

− ¿Así que donde naciste? ¿Dónde creciste? - Él se rió de su entusiasmo, feliz por consentirle su curiosidad. - Nosotros en realidad crecimos en la Tierra. Nuestros padres todavía viven en un pequeño pueblo en Nevada, donde las relaciones poliamorosas son la norma.

− ¿Polia...?

− Poliamorosas. Quiere decir cónyuges múltiples viviendo en una relación comprometida. - Él decidió que se veía realmente linda cuando estaba confundida, pero intentó explicarse más completamente. - En nuestra familia, tenemos a dos madres y tres padres.