Prólogo

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El castaño se encontraba a horcajadas del mayor, mientras que este besaba su cuello desesperadamente y apretaba el pequeño cuerpo de Alonso hacía él.
El pequeño empezó a mover sus caderas eróticamente sobre el problema que tenía entre las piernas el del pelo azabache, trataban de no hacer ruido pero eso para ambos era imposible.
El mayor cambió de posición quedando él arriba de su pequeño, beso dulcemente las mejillas, frente, nariz, párpados, barbilla pero sobre todo los labios del pequeño, dirigió sus besos hacía el cuello de Alonso.

---Mhh, J-Jos. ---pasó sus manos por cabello de su amante quien ya se encontraba dando besos por el torso desnudo de Alonso qué este no fue consciente al momento en el que Jos le quitó la camisa.
El mayor sonrió y quitó de tirón su camisa dejando al descubierto su torso, Alonso no tardó en pasar sus pequeñas manos por éste. Procedió a quitar los pantalones y boxers del menor dejándolo totalmente desnudo a la luz que emitía la luna que traspasaba la ventana del cuarto de Alonso, pensando que era una imágen jodidamente hermosa que guardaría para siempre en su mente, la imágen de un ángel al desnudo que el en ese momento juro brindarle protección en cualquier momento. Alonso sonrió y jalo del cuello a Jos para así devorar sus labios lentamente.

Pero ¿cómo es que llegamos a está situación?

Alonso Villalpando el hijo único de Elena Villalpando al que había criado de una manera intachable se encontraba tocando el piano de la gran sala de esa casa, sutiles notas de una melodía hermosa sonaban, Jos veía a aquel chico con una pequeña sonrisa desde el marco de la puerta.
Jos era un inquilino de la señora Elena, pagaba por el cuarto que estaba situado a un lado de el de Alonso. Se deleitaba cada mañana cuando veía al castaño pasar por su cuarto para dirigirse al baño, pues el pequeño Alonso sólo andaba con ropa interior y una bendita erección se formaba debajo de los pantalones de Jos, y es que Alonso Villalpando era como ese fruto prohibido del Edén, podía mirar, no tocar ni comer.

Aplaudió cuando Alonso dio por finalizada la melodía que estaba tocando, el menor se sonrojo, pues no pensaba que tendría publico y menos Jos.

---E-eh José, no pensé que estuviera viéndome.--- bajo la mirada lentamente mientras veía sus zapatos color azul.

---Lo estoy desde que empezaste a tocar, y aunque ya sabes que en mi estadía aquí siempre te lo he dicho tocas magnífico, pequeño.--- el ojiazul sonrió de forma dulce mientras se sonrojaba, de nuevo.

---No debería de perder el tiempo viendo a un niñato como yo, tiene cosas que hacer, como trabajar o qué sé yo.--- Dijo levantándose del banco que estaba frente al piano para voltear a ver a Jos.

---No es perder el tiempo si veo algo que me gusta.---alzo una ceja y se acercó al pequeño haciéndolo retroceder hasta chocar con el piano el mayor lo había acorralado.

--- C-creo q-que será me-mejor que mantenga su distancia... Jos. ---dijo poniendo sus manos en el pecho del mayor para tratar de alejarlo. Canela chasqueo la boca y negó lentamente.

---No pequeño, no me quiero alejar.--- acercó su rostro al de Alonso hasta que sus respiraciones agitadas chocaron, el menor ya no ejercía fuerza, Jos bajó un poco la cabeza para rozar sus labios con los de Alonso, este mantenía los ojos cerrados y los labios abiertos en la espera de los de Canela. El mayor sonrió y se alejó sorpresivamente.

---Vaya, parece que te quedaste esperando.--- Alonso abrió los ojos y observo a Jos perderse por la puerta principal de la casa. Refunfuño y azotó su pie contra el piso, corrió rápidamente a su habitación; ya no lo soportaba eran varias las veces que Jos le hacía eso, le provocaba y se alejaba.
Y si Alonso Villalpando estaba muy enamorado del inquilino de su madre.

Words; Jalonso V.Where stories live. Discover now