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Pase unos días muy pensativa. Se acercaba el cumpleaños número 35 de Lizy y su salud estaba deteriorándose rápido. La decisión fue difícil y llore mucho, sin embargo, era hora de que la dejara ir. Era injusto para ella tener su cuerpo atado cuando su espíritu estaba libre hace tiempo.

Estoy sentada en la terraza con un grueso pullover de lana a mi alrededor, aferrada a mi taza de café. No sé cuánto tiempo estuve allí hasta que un pañuelo apareció en mi visión. En algún momento me había puesto a llorar.

_ gracias _ susurre mientras me limpiaba. Él se sentó en la otra silla de la terraza, tenía una camiseta de manga larga y un saco de lana gruesa.

_ ¿en qué piensas? _ dice mientras toma su propia taza de café

Suspiro antes de contestar

_ pasado mañana es el cumpleaños número 35 de Lizy, las bacterias están afectando también sus pulmones, los médicos dicen que su cuerpo colapsara de un momento a otro y me siento egoísta al mantener su cuerpo aquí_

_ se lo que sientes, realmente lo sé, Cam tuvo un paro cardiorrespiratorio, los médicos lograron revivir su corazón, sin embargo, tardaron varios minutos en la resucitación y su cerebro se quedó sin oxígeno. Estuvo un mes en estado vegetativo, lo probaron todo, todo lo que el dinero pudo pagar, cualquier tipo de terapias, tratamientos, incluso choques eléctricos para ver si su cerebro daba alguna clase de señal. Y nada. Finalmente supe que era el momento de dejarla ir. No estuve solo. Mis amigos estaban allí para apoyarme y ayudarme a dejarla ir, sin embargo, es un momento muy difícil. En cuanto apreté el botón todo se detuvo. Y mi mundo se detuvo también_ murmuró con su mirada perdida en el océano

_ gracias por contármelo_ susurro

_ no estás sola. Si necesitas hacerlo estaré contigo_

_ gracias, creo que es lo mejor_ digo y el asiente y luego de besarme en la frente se marcha.

Fueron dos días muy duros, la razón y mi corazón peleaban con mi tristeza y me sentía agotada mental y físicamente.

El viernes por la mañana llegamos a el hospicio. Ya había hablado con el médico y el director del lugar. Había un juez que revisó los últimos estudios y certifico que a todos los efectos Lizy ya no estaba viva a excepción de las máquinas que la mantenían respirando.

Christopher está a mi lado. Puedo sentir su presencia sosteniéndome, aunque no me toque. Está silencioso como siempre. No le gustan los hospitales. Demasiados malos recuerdos.

Camile, su bebé, esto debe ser tan difícil para el como para mí y sin embargo está aquí y aprecio eso.

Llegamos a la planta en donde esta Lizy. Hoy no me pongo el equipo de protección. Lo peor que podría haberle pasado ya le sucedió y nada lo cambiara.

Entramos y los médicos esperan afuera. Miro a Christopher y el asiente y entra conmigo.

Me siento a su lado. Ella está como siempre, bella etérea, tranquila, como si estuviera en una siesta que duró demasiado tiempo. Tomo su mano y la beso

_ hola hermanita, feliz cumpleaños..._ digo con la voz ahogada_ se con exactitud lo que hubiéramos hecho hoy, desayunaríamos temprano en la cafetería de Las Magnolias, tostados de jamón crudo y queso, cuando los pidiéramos el camarero nos miraría como si estuviéramos locas. Además de al menos dos cafés y mucho jugo de naranja. Después iríamos de compras. El único día del año en el que enloqueceríamos y nos daríamos gustos. Al mediodía una BigMac con salsa especial extra, por la tarde cine, llenándonos de pop Corn y gaseosa dulce. Y en la noche en casa, con una buena botella de vino y la mejor pizza de cuatro quesos que pudiéramos pagar. El cumpleaños perfecto. Y sin embargo hoy estoy aquí, sé que tu espíritu partió hace mucho. Sé que debes estar por allí con papá y mamá cuidándome. Hoy tengo que dejarte ir. Antes quiero agradecerte. Gracias por estar allí siempre para mí, por ser la mejor hermana que la vida pudo darme. Gracias por tenerme paciencia, por siempre alentarme, por enseñarme a defenderme y a ser extrovertida. Gracias por estar allí para mí cuando mis sueños se hicieron pedazos, por sostenerme, por darme fuerzas. Por ser el ejemplo de mujer que siempre aspirare a ser. Ojalá en la próxima vida nos volvamos a encontrar y podamos vivir todo eso que nos quedó pendiente. Te amo Lizy, siempre te amare..._ con mis labios mojados de lágrimas beso su frente.

Asiento hacia los médicos y entran. Siento la mano de Christopher sobre mi hombro dándome fuerzas.

_ cuando estés lista solo debes presionar el botón rojo Blue_ dice el médico y asiento. Extiendo mi brazo, mi mano tiembla. Siento la mano de Christopher apretando mi hombro para darme valor. Y finalmente lo hago.

Todo se detiene en el momento. Las maquinas dejan de funcionar y el pecho de mi hermana deja de moverse. La máquina que muestra los latidos de su corazón muestra una línea roja muda y perfecta. Su cuerpo se ha ido.

Es en ese momento en que me derrumbo. Abrazo el cuerpo de Lizy llorando con fuerza, sintiendo su piel por última vez. Beso su frente mojándola con lágrimas y la dejo ir despacio para que los enfermeros se encarguen.

Christopher me abraza a su pecho duro mientras salimos de la habitación. Y al salir las veo. Las chicas están allí, hechas un mar de lágrimas. El me deja ir y las chicas me abrazan con fuerza.

No hay funeral para Lizy, ella no creía en los funerales, decía que eran para calmar la conciencia de los vivos y que los muertos ya no estaban allí para escuchar lo que no les dijeron en vida.

Tyler me ayudo con el trámite de cremación y unos días después en la playa al anochecer, su momento favorito del día, solté sus cenizas en la playa y luego toqué en mi chelo su canción favorita mientras mis amigas y sus parejas me rodeaban. Christopher fue una roca a mi lado. Pasara lo que pasara luego con su actitud nunca olvidaría que estuvo allí para mí. 

The Last ChanceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora