365 días contigo.

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365 días contigo.

La forma en la que ambos se habían conocido era única y poco practica ¿Cómo paso? muy sencillo era el día de su boda, no estaba animado porque se casaba por obligación con una alfa de una gran familia al igual que él, Luka nunca fue su prospecto a esposa su personalidad jamás fue de su agrado pero era lo que su familia quería y no lo dejarían en paz hasta verlo casado con ella.

Por eso ese día mientras se arreglaba y colocaba su corbata se mentalizo para intentar ser un buen marido de alguien a quién no amaba, tal vez en algún futuro llegaran ambos a amarse pero aquello lo veía tan lejano si no se había enamorado de ella en los dieciséis años que la conocía ¿Cómo podía hacerlo ahora? Cerró los ojos negándose a sentirse miserable y al hecho de que no encontraría a su pareja destinada como muchos contaban.

Tal vez era algo irracional pensar que estaría atado a un omega por el destino pero era algo al menos en que creer ahora ese deseo se debía de borrar de su mente, cuando llego a la iglesia todos le felicitaban por que se iba a casar con una alfa perfecta de una familia prestigiosa, la sonrisa que habitaba en sus labios no llegaba a sus ojos, en todo el momento su mente estuvo en otro lugar que no era la boda hasta que alguien grito.

– ¡Yo me opongo! –las puertas se abrieron de par en par y mostraron a un chico quien le señalo acusadoramente con los ojos bañados en lágrimas – ¡¿Cómo puedes hacerme esto?! Tú que juraste que me amabas ¿Tus palabras no valía? ¿Cómo puedes casarte con ella? Si sabes que no la amas, si yo soy el omega de tu vida ¡Eres un infeliz igual que todos los alfas!

Todo quedo en completo silencio, él no sabía quién era esa persona y el cuchicheo no se negó a ser escuchado, algo dentro de su interior le dijo que le siguiera y eso hizo, salió corriendo por aquel pasillo intentado perseguir a aquella persona extraña que había arruinado el día de su "boda", se quedó parado afuera de la iglesia mirando hacia todos lados y si rastros del chico. Luego su padre vino a reclamarle sobre lo que había sucedido y que ahora la familia de Megurine no quería estar involucrada con la familia Kamui que fuera a hacer algo pero no lo hizo, en cambio solamente sonrió y salió corriendo en una dirección en la que pensó se había ido aquel omega. Regreso a casa cabizbajo por no haber encontrado a aquel chico, su familia le miro de manera desaprobatoria, se sentó en el sofá escuchando todo el sermón que tenían para darle, cerró los ojos respiro profundo y se levantó de allí.

–Irás te disculparas con la familia Megurine y te casaras con Luka Megurine ¿Está claro, Gakupo?

–No haré eso. –Contestó –No me casaré con, Luka.

– ¡No seas un maleducado, Gakupo! ¡Nosotros no te criamos así!

Algo dentro de él se encendió una furia incontrolable que no quería aminorar – ¿criarme? ustedes criarme –Se río de manera sarcástica y burlona – ¿Se están escuchando siquiera? ¡Ustedes no me criaron! ¡Lo hicieron todos los sirvientes de esta mansión y yo mismo! ¿Papá puedes estar en mi fiesta de cumpleaños? No hijo, estoy muy ocupado ¿mamá puedes estar en la reunión de madres? No hijo estoy muy ocupada ¿papá puedes ir a mirar mi participación en el torneo de kendo? No puedo porque estoy ocupado ¡Papá salí bien en los exámenes de ingreso tuve una de las mejores puntuaciones! ¡Ese es tu deber! –Tomó aire – Todos los momentos importantes de mi vida se lo perdieron, cada uno y todos ellos hasta el punto que yo no le pedí estar más a mi lado, ¿Ahora vienen a tomar una decisión importante en mi vida? La verdad, es que no. Me cansé de ser el niño bueno de ustedes.

Con aquellas palabras se marchó de la casa sin deseos a regresar jamás, no entendía muy bien porque había tomado aquellas resoluciones en su vida, pero ese pequeño hecho le había dado el suficiente valor para enfrentar aquello que por tanto tiempo le estuvo consumiendo. Al llegar a su departamento apago su celular y desconecto el teléfono local sus padres lo volverían loco si no dejaban de llamarlo para que cumpliera sus deberes de alfa.

365 días contigoWhere stories live. Discover now