Una última en el año

4 0 0
                                    

¿cómo te escribo una carta que no sé si leerás? ¿cómo me llevo a la cama tu recuerdo si no te siento a lado? ¿cómo te extraño si tengo miedo de quererte?...

Cuantas preguntas me rondan la cabeza todos los días. Mi cuerpo busca una señal, una guía o un destello de que esto es real; que no habrá más que tú y yo en la mañana, siendo dos personas que despiertan y se miran a los ojos... tus preciosos ojos dorados.

Así llevo días, con deseo de caer en mi colchón mullido para pensar en tus deliciosos labios de suaves rosas. Derretirme en tus ríos de piel y asfixiarme con tu perfume a frutas que me orilla a la locura.

Y así me llevo mis manos callosas a la cara y luego a la almohada para abrazarla e imaginar que eres tú. Que te sujeto firmemente y sabes que ese es tú lugar, que es nuestro momento y justo ahí, por un instante que no se siente tan corto, dejamos de estar y comenzamos a ser, andando libremente por un universo finito, hasta caer por la orilla de la galaxia hacia un infinito mar de estrellas y la inmensidad.

En ese segundo, mi alma regresa a mi cuerpo, te miro acostada con los ojos cerrados y tu respiración calentando mi pecho, mientras lentamente te beso la frente y huelo tu cabello, tratando de hacerte sentir segura. Demostrándote que lo que siento por ti es inamovible, y que si pudiera hacer algo, se volvería una deidad, porque sí, el como me siento a tu lado es algo que no tiene descripción, y que en la boca de alguien más, se expresaría como que estas no alcanzan.

Y ahí, en ese cuarto oscuro, me doy cuenta que por primera vez el corazón me late al ritmo de los colores; verde, blanco, rojo, amarillo, violeta, azul, naranja negro. Todo cuanto cabe en ellos explota en la zona más profunda de mi, iluminando y pintando hasta la esquina más alejada y gris del desierto que una vez fui.

Pero luego abro los ojos y me doy cuenta que no estás. Que sigue siendo la almohada lo que abrazo y que por mis ojos ruedan lágrimas que gritan por tu calor fundiéndose en mis manos y con una sensación de vacío porque tú no estás esta noche conmigo bajo este artificial cielo estrellado.

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Jan 04, 2019 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

Cartas RojasWhere stories live. Discover now