13. - Asador Eterna (V)

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- Yo, pediré una parrilla mixta y unas patatas fritas. – Resolvió Astro sin más.

- A la orden. – Obedeció el mesero retirándose.

No sin antes hacer una reverencia, el mesero se retira dejando a la pareja nuevamente sola, aunque la luz de la luna era perfecta para esa noche en específico, el joven chico de cabellos negros se sentía cómodo en ese ambiente, la verdad es que tenía que admitir que Sonia tenía un gusto peculiarmente perfecto por su elección y predisposición en ese lugar y aunque era la primera vez que salían juntos, le había generado una muy buena impresión de su gusto al llevarlo a semejante restaurante lujoso. Astro acomoda su bata negra y reafirma la posición de la bufanda que lleva abrazada a la cintura, devuelve su mirada a los hermosos ojos verdosos de Sonia y junta ambas manos sobre la mesa, entrelazando sus dedos y esperando una frase, un sonido, una oración por parte de su amiga.

- Estuve estudiando sobre el tiempo. – Empezó Sonia.

Esa oración rápidamente captó la atención de Astro y su interés creció por momentos, una idea fugaz cruzó por su mente, por unos momentos se imaginó en que posiblemente hubiese encontrado una solución a su causa y que podría serle de ayuda para resolver su caso, esa esperanza pareció encenderse dentro de Astro por lo que precisó indagar aún más.

- ¿Y qué descubriste? – Inquirió Astro.

- Descubrí que estoy totalmente fuera de la línea de tiempo. – Comenzó a explicar Sonia.

- Eso ya lo sé, aun no comprendo cómo es que pudiste moverte cuando abrí el agujero. – Expresó Astro con inquietud.

- Puedo moverme porque ya no estoy atada a lo que ocurra en este lado, como no soy de aquí, tengo libertad de movimiento, al menos eso es lo que creo después de leer unas tomas al respecto. – Continuó Sonia.

- Tiene mucho sentido. – Corroboró Astro.

- Necesito saber por qué haces esto Astro, necesito que me lo digas, ¿Qué te impulsa a querer salvar a las personas? – Enserió Sonia.

- Porqué es la labor que se me ha encomendado, no sería justo utilizar este don solo en mi propio beneficio. – Se escudó Astro.

- ¿Cómo obtuviste ese don? – Indagó Sonia aún más.

- Lo heredé, mi familia era portadora del bolígrafo y ahora me ha tocado ser su nuevo dueño. – Contestó Astro.

De un momento a otro el ambiente se enrareció, en ningún momento Sonia había visto alguna clase de bolígrafo en él, ni siquiera cuando abrió el agujero, ella simplemente había visualizado que el agujero era abierto únicamente con sus dedos por lo que algo no encajaba, en su prenda tampoco se apreciaban indicios de un bolígrafo, ni en todo el tiempo que ella llevaba conociéndolo le había visto alguno.

- ¿Cuál bolígrafo? – Dudó Sonia.

- Pues este. – Señaló Astro.

Rápidamente llevó su mano hasta su bata y tomó el bolígrafo que descansaba en uno de los bolsillos, lo siguiente que hace es llevarlo hasta dónde está Sonia para que pueda visualizarlo detenidamente, la mirada de Astro parece cambiar en cuanto nota algo fuera de lugar.

- No veo nada, solo tus dedos. – Confesó Sonia.

- ¿No puedes verlo? – Enfatizó Astro.

Enseguida se percató de algo importante, al ver la expresión de Sonia algo se le vino a la mente, esa expresión de confusión ya la había visto antes en alguna parte y ahora se encontraba en la difícil tarea de ubicar ese momento espacialmente, la misma reacción había tenido una persona que estimaba con mucho cariño y que no se le hizo difícil recordar, ya sabía de quién se trataba, solamente ella tendría la oportunidad de decirle la verdad, la mente de Astro viajó varios meses en el pasado tratando de recordar ese momento hasta que por fin dio con él, un momento sumamente especial dónde él había tenido el valor de contar por primera vez la fatídica historia de lo que era su vida ahora con ese artefacto, evidentemente se refería a Lia, la primera persona que supo de primera mano lo que es el infierno que suponía estar en sus zapatos y lo que era peor, ahora las cosas, comenzaban a encajar de una forma lúgubremente sutil.

Atrapado en el Pasado 2Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt