Presagio.

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POV'S Joey Ross

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POV'S Joey Ross

La lluvia es deprimente a su vez es hermosa, trae desgracias como también alegrías. La lluvia puede ser una bendición o una maldición, puede ser buena como puede ser mala dependiendo del punto de vista en el que lo veas.

Hailey.

Definitivamente Hailey, es mi maldición personal, un karma de cosas buenas y cosas malas con las cuales he cargado durante años, es un veneno difícil de sacar de tu sistema.

Es así.

Una maldita droga que se niega a salir de tu sistema.

Un cáncer que no tiene cura.

Ese nombre es como la lluvia para mí, representa todo lo malo que me ha pasado pero también todo lo bueno que he vivido, Hailey no es sólo mi maldición persona también es mi bendición, un pedazo de cielo.

Miro la lluvia caer a través de la ventana del auto. Golpeo fuertemente el volante del auto.

Esta mierda había pasado era mi culpa y el maldito poder de convencimiento. No sabía dónde se encontraba o con quien.

Podía estar en peligro.

Y no iba a poder salvarla.

Si tan solo pudiera volver atrás... Si tan solo no la hubiera besado... Si tan solo ella...

Mierda.

No era momento para lamentos.

Debía asumir las consecuencias de mis actos y explicarle lo que había visto, explicarle la versión de mis hechos, decirle la verdad y dejar atrás toda esa muerda que su hermana metió en su cabeza.

Tomé el teléfono y marque el número de la última persona que había estado con ella.

 — ¿Dónde está?

— Sana y salva—  me corto.

Maldito Idopido.

Golpeo el volante de nuevo desquitando la rabia contenida, para luego arrancar y seguir en búsqueda de Asii.

El único ángel en mi propio infierno.

El único ángel en mi propio infierno

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Joey Ross®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora