Moví el sofá, y caí rendida, en serio que no vuelvo a tomar. Regresé al cuarto para tomar otra pastilla; me recosté, tal vez durmiendo un poco más, logre recuperarme.

Escuchaba ruidos en mi puerta y no quería abrir los ojos, pero la insistencia de ese sonido me hizo levantar de mala gana.

Fui a la puerta y abrí.

Casi caigo para atrás por la sorpresa... Alexa se encontraba parada frente a mi puerta con una gran sonrisa.

—Nunca espere tan maravilloso recibimiento— habló, viéndome de pies a cabeza. Baje mi mirada.

Mierda

Cargaba un camisón que apenas cubría mis piernas.

—No esperaba a nadie— respondí— pero pasa por favor.

—No te preocupes, me gusta mucho tu vestimenta — no dejaba de sonreír. Es muy hermosa.

Debo tener roja la cara de vergüenza.

—Tengo una duda. ¿Cómo supiste mi dirección? — traté de recordar y en ningún momento creo darle mi dirección ¿o sí?

—Tu amiga, la llamé para saber de ti, y me dio tu dirección, para que te lo preguntara directamente — trate de sonreír. Me la va a pagar cuando la vea.

— Entiendo. Qué linda que es Nat— hable entre dientes

—Espero no te moleste. — No, claro que no, me da gusto volver a verte — respondí con una sonrisa afable.

—Me quede un poco preocupada, tu jefa te llevo casi a rastras. ¿Tanta confianza le das?— cómo le digo que no recuerdo nada

—Somos amigas, y nos cuidamos— mencioné

—Hasta de mi— preguntó.

—Bueno, recién nos conocimos debes entender la reacción.

—Tienes razón. No obstante. Por eso estoy aquí, quiero que nos conozcamos. Me aceptarías una salida a comer— alce mis cejas. Mi primera cita con una chica.

Dude un poco antes de hablar, pero termine aceptando.

— ¡Vaya! que hermosa, aunque me gustas más en camisón — reí por su ocurrencia. Me había puesto un vestido veraniego.

—Gracias... creo.

Salimos de mi departamento, casi se me cae la mandíbula cuando vi el auto que tenía. Un deportivo.

¡Madre mía!

Cortésmente, abrió la puerta del copiloto, no me la creía, yo, en un deportivo, a lado de una de las chicas más lindas que he visto.

La primera es mi jefa.

—Te molesta si pongo algo de música— preguntaba Alexa

—Claro que no, es tu auto— respondí con gracia. Me miro con una sonrisa, dando vida al ambiente que compartíamos.

Escuché las primeras notas. Cindy Lauper, se me hizo imposible no tararear la canción y comenzar a mover mis hombros.

The phone rings in the middle of the night

My father yells what you gonna do with your life

Oh daddy dear you know you're still number one

But girls they wanna have fun

Oh girls just want to have

Alexa miro hacia mi lado, rió por mis alaridos, pero se unió a mí, cantamos a viva voz, siempre será una de mis cantantes preferidas. Logre relajarme mucho, es una mujer divertida, con buen sentido musical.

El amor no conoce de géneros (Historia Completa En Amazon)Where stories live. Discover now